Los especialistas alertan sobre un incremento sostenido en los problemas de columna y casos de dolor lumbar en el país, que afectan tanto a la población joven en edad productiva como a los adultos mayores. Este aumento, impulsado por los hábitos sedentarios, el sobrepeso, el estrés y las largas horas sentado, se ha convertido en una emergencia silenciosa de salud pública.
“Cada vez atendemos más pacientes jóvenes con dolor lumbar asociado a pasar muchas horas frente a la computadora, al volante o incluso como pasajeros en el tráfico. Esa posición prolongada ejerce una presión constante sobre los discos intervertebrales, que con el tiempo puede derivar en inflamación, desgaste o lesiones más graves en la columna”, explica la Dra. Mónica Alfaro, ortopedista de Clínica Zahha.
En paralelo, el envejecimiento poblacional está incrementando los casos de enfermedades degenerativas de la columna como hernias discales, artrosis facetaria o estenosis lumbar. “La longevidad es un logro, pero también implica nuevos retos. Vivir más años significa cuidar la salud musculoesquelética para preservar la movilidad y la autonomía”, agrega la especialista.
De acuerdo con un reciente estudio de la escuela de Medicina y Cirugía de la Universidad Hispanoamericana, con estadísticas de la CCSS, el INS y El Consejo de Salud Ocupacional, entre 2019 y 2024 se registraron más de dos millones de emergencias por enfermedades de la columna en Costa Rica. Más de la mitad de los casos (52%) se dieron en personas de entre 20 y 44 años, en plena edad productiva, mientras las incapacidades por dorsalgia aumentaron un 128% en ese mismo periodo y las cirugías de columna en lista de espera se multiplicaron por diez en los últimos cinco años. https://uh.ac.cr/file/download/14287
Aunque la mayoría de los problemas de columna tienen un origen mecánico y se relacionan con malas posturas o falta de acondicionamiento muscular, ciertos síntomas pueden ser señales de emergencia médica. Pérdida de fuerza o sensibilidad en las piernas, incontinencia urinaria o fecal, o fiebre persistente son banderas rojas que podrían indicar una compresión nerviosa severa, una infección o incluso una lesión tumoral.
Según la Dra. Alfaro, “Muchos pacientes restan importancia al dolor o recurren primero a masajes y terapias alternativas sin evaluación médica. Cuando llegan a consulta, a veces ya presentan daño neurológico o pérdida de movilidad. En estos casos, el tiempo de atención es determinante”.
Ella recomienda mantener una vida activa, fortalecer la zona abdominal y lumbar, cuidar el peso corporal, realizar pausas activas durante la jornada laboral y prestar atención a cualquier dolor persistente. “La columna es el eje de nuestro cuerpo; atender sus señales a tiempo puede evitar una discapacidad y preservar la calidad de vida”, concluye la ortopedista de Clínica Zahha.
Además del impacto físico, los problemas de columna también están generando consecuencias emocionales y económicas. El dolor crónico limita la productividad, afecta el sueño y reduce la capacidad de concentración, lo que repercute en la calidad de vida y en el desempeño laboral.
Los especialistas de Zahha señalan que cada vez es más común atender a personas jóvenes con episodios de incapacidad temporal o ausentismo prolongado por dolor lumbar, un reflejo de cómo el estilo de vida actual está afectando la salud musculoesquelética de toda una generación.
Fuente. Clínica Zahha



































