En el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora cada 11 de junio, especialistas en salud hacen un llamado urgente a fomentar la detección temprana de esta enfermedad, que constituye el tipo de cáncer más diagnosticado entre hombres en el mundo.
De acuerdo con cifras del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), más de 1,4 millones de nuevos casos son diagnosticados cada año, y cerca de 400 mil hombres fallecen por esta causa. En América Latina y el Caribe, se reportan más de 200 mil nuevos diagnósticos y más de 60 mil muertes anuales.
Un desafío creciente
El escenario en esta región para los próximos cinco años muestra un incremento considerable de la enfermedad. La Organización Panamericana de la Salud advierte que la incidencia de cáncer de próstata en Latinoamérica y el Caribe se incrementará en un 84%, si hoy no se toman medidas al respecto.
“Uno de los mayores desafíos es detectar el cáncer cuando aún está confinado a la próstata. Es decir, cuando se considera localizado y hay más probabilidades de ser curable. Esa es la etapa en la que el tratamiento tiene mayores probabilidades de éxito. Romper barreras socioculturales -como el desconocimiento sobre la enfermedad por el temor a ser evaluado por un urólogo o la falsa creencia de que un examen reemplaza a otro- es clave para lograrlo”, reconoció el doctor David Gómez, gerente de Urooncología de Adium Centroamérica & Caribe.
Prevención, el primer paso
Existe una diversidad de características que aumentan el riesgo en los hombres de padecer la enfermedad como la raza, los antecedentes familiares, los cambios genéticos heredados y la edad.
“El cáncer de próstata es más frecuente en los hombres de raza negra, siendo éste un factor de riesgo. Por otro lado, si el individuo tiene un hermano o padre diagnosticado con este tipo de cáncer, se duplica el riesgo de padecer la enfermedad. Igualmente, al tener mutaciones hereditarias de los genes BRCA1 o BRCA2, o la condición genética conocida como síndrome de Lynch, son condiciones que aumentan la probabilidad de padecer cualquier tipo de cáncer, incluyendo el de próstata”, detalló el especialista médico.
Por otra parte, la edad avanzada, la obesidad, la hipertensión, y los niveles elevados de testosterona son condiciones que podrían influir en el desarrollo de cáncer de próstata.
Escuchar al cuerpo: síntomas de alerta
Un informe de la Comisión Lancet hace énfasis en que el diagnóstico tardío de cáncer de próstata está muy extendido en todo el mundo. En Guatemala el cáncer de próstata representa el 15.1% de todos los casos de cáncer en ambos sexos, con 2,696 casos registrados, siendo el de mayor incidencia.
Aunque el cáncer de próstata puede no dar señales en etapas iniciales, se debe prestar atención a síntomas como sangre en la orina o semen, necesidad de orinar con mayor frecuencia, flujo débil, ardor al orinar o dolor persistente en espalda baja, pelvis o muslo.
“El tacto rectal, el antígeno prostático específico (PSA) y la ecografía prostática son pruebas que se complementan entre sí. Ninguna reemplaza a la otra, y todas son necesarias para un diagnóstico certero. La biopsia dará el diagnóstico definitivo”, subrayó el doctor Gómez.
Gracias al avance de la ciencia médica, hoy existen tratamientos más precisos, menos invasivos y con mejores tasas de control de la enfermedad. La innovación ha permitido ofrecer opciones terapéuticas adaptadas a cada estadio del cáncer, lo cual mejora significativamente el pronóstico y la calidad de vida del paciente.
Los expertos coinciden en que el primer paso para cambiar el futuro del cáncer de próstata es informarse. “Consultar al médico ante cualquier duda o síntoma, y realizar chequeos periódicos a partir de los 40 años, incluso sin factores de riesgo, puede marcar una gran diferencia”, concluyó el doctor Gómez.
Fuente. Adium