La conmemoración del Día Mundial del Cáncer de Próstata se celebra el 11 de junio de cada año. Este día tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de próstata. Además, se busca informar a la población sobre los factores de riesgo y las opciones de tratamiento disponibles. “Lo más importante es acudir a las citas periódicas de control para realizarse los exámenes recomendados por el médico”, de acuerdo con el doctor Carlos Brugiati, Urólogo del cuerpo médico del Hospital Paitilla, parte de la red sanitaria privada internacional Hospiten —que cuenta con 20 centros médico-hospitalarios en España, Panamá, República Dominicana, México y Jamaica.
«La prevención es clave para detectar la enfermedad a tiempo y poder tratarla, aunque no garantiza que el paciente no desarrolle cáncer.» Existen distintos parámetros para determinar el inicio de dichos controles. Si el paciente tiene antecedentes familiares de cáncer de próstata o de mama, si pertenece a la raza negra, o si el área donde vive estadísticamente presenta ciertos factores epidemiológicos o ambientales, se incrementa el riesgo y se recomienda el inicio de los chequeos a los 40 años. De no presentar estas características, inician a los 45 años.
Otro punto importante es la relación genética entre el cáncer de mama y el cáncer de próstata. Si en la familia de un hombre no hay casos de cáncer de próstata, pero su madre padeció cáncer de seno, su riesgo se incrementa. Al igual que una hija puede desarrollar cáncer de mama si el padre sufrió cáncer de próstata.
Diagnóstico de cáncer de próstata
Los síntomas más frecuentemente reportados son: Dificultad para empezar a orinar, sensación de no haber terminado de orinar, goteo al terminar de orinar. “Estos síntomas no significan que el paciente tenga un cáncer, ya que a los 40 años la próstata empieza a crecer y puede resultar en una hiperplasia prostática benigna. Sin embargo, los estudios continuarán para descartar la presencia de cáncer”.
Los principales métodos de diagnóstico son el examen de sangre del antígeno prostático (PSA) y el tacto rectal. Para complementar se puede indicar un ultrasonido o una flujometría (para medir la evacuación de la vejiga) o una resonancia magnética. “Los pacientes tienden a rehuir el tacto rectal tanto por razones culturales o de incomodidad. Este examen generalmente no causa ningún problema, aunque en algunos casos puede producir dolor si el paciente presenta fisuras o hemorroides en el área rectal”.
El 20% de los diagnósticos de cáncer de próstata obtuvieron resultados normales en su PSA y en muchos casos el paciente realiza por sí mismo el análisis tomando como base los rangos determinados por el laboratorio o apoyándose en el internet. “Este análisis realizado por el paciente no es suficiente. Toca ir al especialista, comparar con resultados anteriores y otras medidas”.
La prostatitis es una inflamación de la glándula prostática que también puede causar dolor durante el examen. Sus síntomas pueden confundirse con los del cáncer de próstata y alterar los resultados. En estos casos, se recurre a una resonancia magnética nuclear para obtener más información y valorar la necesidad de una biopsia. No existe un estudio que por sí solo permita diferenciar estos dos diagnósticos, es preciso una combinación de herramientas para lograrlo.
“La Asociación Americana de Urología está flexibilizando en algunas áreas y grupos poblacionales la obligatoriedad del tacto rectal. Sin embargo, en Panamá la incidencia es muy alta por lo que consideramos que debe ser mandatorio, sobre todo con un resultado de PSA fuera de rango”. Si la evaluación del paciente da un resultado normal, debe volver a evaluación en un año, si tiene antecedentes en 6 meses, si ya está diagnosticado, cada 3 meses.
Tratamiento del cáncer de próstata
A medida que aumenta la edad crece la probabilidad del cáncer. No todos son agresivos o llevan a la muerte. Algunos se logran mantener a raya con seguimiento periódico. “El tratamiento depende del nivel de agresividad que arroje la biopsia, el ultrasonido y PSA. El médico podrá sugerir tratamientos más invasivos como cirugía, recomendados para paciente con esperanza de vida de más de 10 años y radioterapia. Menos invasivos si el paciente tiene otros padecimientos o es de mayor edad, que puede ser con hormonas, para bloquear la testosterona”.
“Si el cáncer está en una etapa avanzada, que ha hecho metástasis a otros órganos, la cirugía no nos da un beneficio satisfactorio y lo recomendable es bloquear la testosterona, que es la hormona masculina y alimenta el cáncer de próstata además de quimioterapia y otros esfuerzos. La evaluación del paciente para decidir el tratamiento es compleja, es muy individualizado. No hay un tratamiento válido para todos”.
¿Podemos hacer algo para evitar el cáncer de próstata?
Al igual que debemos hacer para llevar un estilo de vida saludable, una alimentación balanceada rica en fibra y baja en grasa.
Se dice que gracias al licopeno que encontramos en el tomate se pueden prevenir diferentes tipos de cáncer por su efecto antioxidante, sin embargo, no está comprobado. Otras creencias como que la vasectomía o las eyaculaciones inciden en la aparición o no de la enfermedad, pero no guardan ninguna relación con la enfermedad.
Otro tema importante es la testosterona y la práctica de recibirla de forma externa. “La hormona no produce cáncer de próstata, pero si el paciente lo tiene, puede estimular su crecimiento. Lo más relevante es que, al recibir testosterona desde fuera, el cuerpo reduce su propia producción, y al suspenderla, puede tardar en volver a producirla de forma natural. Por eso, es fundamental que este tratamiento sea cuidadosamente monitoreado”.
El Hospital Paitilla es el único centro privado con el servicio de radioterapia en Panamá. Además, como parte de su plan maestro de renovación, está adquiriendo un equipo de fusión en los próximos meses para un diagnóstico más preciso.
Fuente. Hospital Paitilla
