Según expertos de SAS, la analítica y la IA mejoran la eficiencia y calidad de los sistemas de salud interpretando datos.
Los sistemas de salud son un pilar por su impacto en la calidad de vida de un país y en el acceso de las personas a la atención médica. Por esto, una forma de asegurarse que este punto importante del aparato público funcione de forma óptima es con soluciones tecnológicas que faciliten y perfeccionen la gestión de esos recursos.
Una forma de hacerlo, de acuerdo con los especialistas, es mediante las soluciones de analítica e inteligencia artificial (IA).
De acuerdo con Mario Ulloa, especialista de SAS, la implementación de soluciones de analítica en el sector salud, impacta en diversas áreas del sector salud de los países. Uno de ellos es, por ejemplo, el área de compras de medicamentos. Específicamente, la analítica puede ayudar a determinar de forma precisa, qué se tiene que comprar, cuándo y cuánto. También ayuda a determinar de forma exacta cómo debería ser la distribución de esos medicamentos.
“Esto se logra porque la analítica interpreta los datos. Con esa interpretación, se puede asegurar no comprar medicinas de más para una enfermedad poco común, o garantizar que los medicamentos lleven el proceso correcto de frío u otro mantenimiento y no se echen a perder, reduciendo gastos indebidos, generados por fraude o por un mal manejo de inventarios”, afirmó Ulloa.
Añadió que, en Latinoamérica, pasa mucho el fraude hospitalario. Ahí es donde la analítica hace una gran diferencia, porque permite ver desde una vista global todo lo que está pasando, hasta alcanzar una especificación en donde se ve caso por caso específico. Esto, dijo Ulloa, es lo que permite evitar el fraude o los malos manejos.
El especialista de SAS mencionó que, además de prever necesidades públicas, la analítica permite anticipar la incidencia de enfermedades y la propagación de epidemias, al analizar datos que tengan que ver con factores climáticos, por ejemplo. Con ello, poder actuar de forma preventiva, reduciendo la carga de enfermedades y manteniendo a la población saludable.
«Un punto útil donde la analítica se introduce es cuando hay patrones para percibir que van más allá de lo directamente visible. Por ejemplo, si en el mes de octubre tienes en la zona de San José a 750 mujeres embarazadas, en ese momento ya sabes que en 8 meses vas a necesitar cierto tipo quirófanos, y vacunas. Además, en un año, las vacunas que reciben los niños cuando cumplan un año. En cuatro años van a necesitar escuelas y parques. Por ello, la analítica permite prever las necesidades que deberá atender los gobiernos en determinado momento”, explicó Ulloa.
Juan Manuel Bello, Alliance Manager para SAS México, Caribe y Centroamérica, menciona que, en términos generales, el uso de la analítica en los sistemas de salud privados aún no es tan común. A pesar de ello, al utilizar recursos propios, buscan cómo optimizar el manejo del sub-abasto o sobre-abasto de medicamentos.
Por su parte, Bello comentó que, en el sector público, en especial por la necesidad por presupuestos relativamente reducidos o más compactos respecto al pasado, se está viendo cierta prioridad en ejecutar estos presupuestos de forma más eficiente.
Es en estos sentidos, que la analítica puede apoyar inicialmente a los sistemas de salud tanto públicos como privados. Principalmente, porque, mencionó Bello, se ha visto a nivel mundial es que la implementación de estas soluciones a largo plazo representa una retribución.
“Puedes tener camas de hospital viejas, pero si tú empiezas a ahorrar en el suministro de la compra de medicamentos o disminuyes el fraude así se van a pagar esas camas de hospital. Estos sistemas de analítica, de inteligencia artificial, sí acaban repercutiendo de forma muy positiva en el presupuesto directamente”, concluyeron los expertos de SAS.
Fuente. SAS