Cómo ayuda una dieta balanceada a mejorar el impacto físico de la tensión emocional
La Organización Mundial de la Salud define el estrés como cualquier tipo de cambio que provoca agotamiento físico, emocional o psicológico. Este se manifiesta en tres etapas principales: respuesta de alarma, adaptación y agotamiento.
En la etapa de respuesta de alarma, el cuerpo se prepara para una acción inmediata, ya sea de lucha o huida. Durante la adaptación, si el conflicto persiste, el cuerpo incrementa la secreción de corticoides para manejar el estrés prolongado. Finalmente, en la etapa de agotamiento, el cuerpo emite señales de alerta cuando no puede soportar más.
Dado que esta tensión emocional se ha vuelto una condición común en la vida moderna, es crucial manejarlo de la mejor manera.
Pese a que existen medicamentos y suplementos que ayudan con este padecimiento, un enfoque nutricional adecuado puede ser clave para mitigar sus efectos ayudando a mantener la salud cerebral, regular las hormonas que este estado provoca y estabilizar los niveles de energía.
Para optimizar la repuesta del cuerpo, existen varias recomendaciones:
Dieta balanceada y variada: Que incorpore frutas, verduras, proteínas magras (pollo, pescado, legumbres, carne, entre otros), grasas saludables como el aguacate para apoyar a general el bienestar físico y mental.
Hidratación adecuada: este tema es fundamental, ya que una leve deshidratación puede afectar el estado de ánimo y los niveles de energía, pero debe ser constante durante las jornadas laborales diarias.
Reducción de cafeína y alcohol: evitar estos elementos ayudará a prevenir alteraciones en el sueño y a reducir la ansiedad y el estrés.
Añadido a estos consejos, se le puede agregar la actividad física regular de 60 minutos de ejercicio diario realizando 6 pausas activas de 10 minutos cada 90 minutos, eso no solo ayudará con la condición del cuerpo, también aportará a la reducción de la tensión muscular.
“Adoptar estos cambios en la alimentación y el estilo de vida puede marcar una diferencia significativa en el bienestar diario. La integración de prácticas nutricionales adecuadas no solo ayuda a gestionar la tensión emocional de forma eficaz, sino también promueve un estado general de la salud y vitalidad” mencionó Adriana Recinos, nutricionista de NIPRO.
El estrés es uno de los grandes padecimientos de la actualidad, pero una buena alimentación, ejercicio diario, buscar actividades al aire libre, pasar tiempo con familia y amigos, son consejos que pueden impactar de forma positiva.
Fuente. NIPRO