El flujo vaginal es una herramienta que le permite a la mujer saber en qué parte del ciclo menstrual se encuentra, conocer si está saludable o si está padeciendo de alguna infección
Saba® desarrolló el ‘flujómetro’, una escala que clasifica y explica los distintos tipos de flujos vaginales, ya que la cantidad, el color y la consistencia del mismo varían, según la etapa del ciclo reproductivo.
El flujo vaginal se define como la combinación de líquido y células que se liberan de forma continua a través de la vagina. Este tiene una gran importancia en la salud de la mujer, pues ayuda a mantener sanos los tejidos vaginales, proporciona lubricación y brinda protección contra las infecciones y la irritación.
Sin embargo, a pesar de tratarse de un proceso natural del cuerpo de las mujeres, según la más reciente encuesta realizada por Saba®, marca de Essity, compañía líder global de higiene y salud que rompe barreras por el bienestar, se identificó que tres de cada diez personas perciben el flujo vaginal como un tema desagradable.
Ante esta situación, la marca hace un llamado a la población sobre la importancia de naturalizar la conversación entorno al flujo vaginal, con el fin de que las mujeres puedan conocerse y utilizar este fluido como un parámetro para conocer su salud íntima.
“El flujo vaginal le permite a la mujer saber en qué parte del ciclo menstrual se encuentra, conocer si está saludable o si está padeciendo de alguna infección. Por ello, desde Saba, queremos incentivar a la población a que, lejos de sentir vergüenza o rechazo por el tema, rompa tabúes y comience un proceso de normalización y educación, para así tener un mejor cuidado de su salud”, comenta Eduardo Monge, coordinador de la marca Saba.
Así mismo, como parte de dicha meta, la marca desarrolló el ‘flujómetro’, una escala que clasifica y explica los distintos tipos de flujos vaginales, ya que la cantidad, el color y la consistencia del mismo varían, según la etapa del ciclo reproductivo.
Según un estudio de Cleveland Clinic, la cantidad de secreción es diferente para cada mujer. Algunas tienen un poco de secreción de vez en cuando, otras, la presentan todos los días. Además, una secreción «normal» puede variar muchas veces a lo largo de la vida.
El flujo vaginal puede cambiar de color, volverse más abundante u oler diferente. Por lo que es importante conocer las características de cada uno, para saber si es normal y saludable, o si por el contrario, es una señal de infección o enfermedad.
Para ello, la Dra. Keren Porat, ginecóloga del Hospital Metropolitano, detalla algunas características para tomar en cuenta:
Flujo normal: puede ser espeso o ligero, trasparente y generalmente no tiene olor. Sus características varían de acuerdo con el momento del ciclo menstrual que se encuentre la mujer. Por ejemplo, el flujo es más espeso en el momento de la ovulación y podría verse un poco más blanco en ese momento.
Flujo blanco: puede ser normal, si no asocia ardor o picazón o un olor inusual, en este caso probablemente está relacionado con la ovulación. Si es más grumoso, como el aspecto de queso cotagge se relaciona a la infección por hongo, además, estaría asociado con picazón y ardor. Si el flujo asocia un olor a pescado, es secundario a una vaginitis bacteriana.
Flujo amarillo verdoso: usualmente se relaciona con infección por Tricomona, donde podría asociar dolor al orinar y mal olor.
Flujo café: podría estar asociado con el sangrado por ovulación, implantación, o si es constante alteraciones en el ciclo menstrual.
De acuerdo con Monge, el objetivo es que las mujeres puedan recurrir al ‘flujómetro’ para informarse o ayudar a mujeres a conocerse sobre sus propios fluidos, ya sean saludables o señales de alerta para acudir al médico. El ‘flujómetro’ se puede encontrar adjunto en los productos Saba, como protectores diarios y toallas, en los puntos de venta autorizados.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe
