La naturaleza del Homo sapiens, el Homo faber o el Zoon politikon está reconocida como simbólica debido a que los seres humanos hemos ido construyendo un universo sobre la base de símbolos, más allá del entorno físico que captan nuestros sentidos. Pensamos el mundo, lo simbolizamos y compartimos esos símbolos con los demás.
Un día ejemplar para el amor es el Día de San Valentín, tradición reconocida en casi todo el mundo. Su origen data del Imperio Romano. Su protagonista fue Valentín de Terni, nacido al norte de Roma, cerca del año 175. Ordenado sacerdote por San Felicio de Foligno, consagrado obispo por el Papa Víctor I, cerca del año 197, ejerció en Roma durante el siglo III, en la época del Emperador Claudio II, quien prohibió la celebración de matrimonios entre los jóvenes.
La postura de Valentín, quien favoreció aquellos matrimonios y difundió la fe cristiana, lo enemistó con el imperio. Fue encarcelado, torturado y decapitado secretamente, por temor a su popularidad. La leyenda cuenta que una joven recibió el milagro de recuperar la vista por medio del sacerdote. Ella plantó un almendro de flores rosadas junto a la tumba de Valentín. A partir de entonces el almendro es símbolo de amor y amistad duraderos.
En el año 496 d.C. el Papa Gelasio escogió el 14 de febrero para honrar a Valentín. Sus restos se conservan en la Basílica que lleva su nombre en la ciudad italiana de Terni, Italia. Cada 14 de febrero dicho templo celebra una hermosa ceremonia donde las parejas realizan un acto de compromiso un año antes de contraer matrimonio.
La celebración se afianzó en el siglo XIV con el nombre de Día de los Enamorados o Día del Amor y la Amistad. Luego pasó a ser parte del conjunto de símbolos y conceptos contenidos en la memoria y la imaginación de individuos pertenecientes a determinadas comunidades.
En el mundo del arte utilizamos la frase “imaginario colectivo” para referirnos a ese conjunto simbólico. Cuando se acerca el 14 de febrero, el ambiente se torna cálido y se manifiestan los mejores sentimientos en diferentes expresiones artísticas. Así, el arte cumple con su papel de fortalecer las variadas relaciones de cariño entre los seres humanos.
Durante la época de COVID-19, el arte ha extendido sus rasgos propios buscando serenidad y rumbo para inspirar a los seres humanos hacia nuevos escenarios. El arte no resuelve una pandemia, pero alivia el alma.
Con renovado entusiasmo, la galería Rozas-Botrán ofrece hasta el 14 de febrero una colección limitada de cerca de 180 obras en pequeño formato, elaboradas para esta fecha por profesionales del arte que, ante una perspectiva imprecisa, se están reinventando.
En el 2022, EnamoArte se presenta en la Galería 16 calle 4-66 zona 14 hasta el 14 de febrero. Los horarios de la Galería son de lunes a viernes, de 9:00 a 13:00 y de 14:00 a 16:00 horas.
Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe
