Costa Rica. A primeras horas de este domingo 4 de mayo, más de 300 costarricenses se sumaron a la Wings for Life World Run 2025, una carrera global que unió a participantes de más de 150 países bajo un mismo propósito: recaudar fondos para la investigación de lesiones de médula espinal. Por primera vez en la historia del evento, Costa Rica contó con un circuito oficial en San José, consolidando su presencia en una de las competencias solidarias más importantes del mundo.
Desde las 4:30 a.m., corredores y personas en silla de ruedas comenzaron a llegar al Parque Metropolitano La Sabana, donde se prepararon para una jornada que va mucho más allá del deporte. La edición 2025 marcó la undécima entrega de esta carrera sin precedentes, organizada por la Fundación Wings for Life, en la que el 100% de las inscripciones y donaciones es destinado directamente a financiar investigaciones científicas que buscan una cura para las lesiones de médula espinal.
Los ganadores locales fueron Mariano Rojas, quien alcanzó una distancia de 40 km (obteniendo el primer lugar nacional por segundo año consecutivo), y Kimberly Cordero, con 21 km. A nivel global, la ganadora femenina fue Ester Pfeiffer de Alemania, con una distancia de 59.03 km corriendo en Múnich, mientras que en la categoría masculina, el japonés Jo Fokuda obtuvo el primer lugar con 71.67 km recorridos en Japón.
Un formato inclusivo y único
Wings for Life World Run se diferencia de cualquier otra carrera en el mundo por su innovador formato. No existe una línea de meta tradicional. En cambio, los participantes intentan recorrer la mayor distancia posible antes de ser alcanzados por el Catcher Car Virtual, un vehículo simbólico que parte 30 minutos después del inicio de la carrera y que va aumentando progresivamente su velocidad hasta atrapar al último corredor en competencia. En cada país, los últimos en ser alcanzados —tanto en la categoría masculina como en la femenina— son reconocidos como ganadores locales.
Este año, Costa Rica fue testigo por primera vez de este emocionante formato en un circuito oficial de 3.7 kilómetros alrededor de La Sabana, con tres puntos de asistencia, estaciones de hidratación provistas por Red Bull y un ambiente vibrante lleno de solidaridad y energía. La participación estuvo abierta tanto a corredores como a personas en silla de ruedas, en una clara muestra de inclusión, donde lo único que importaba era moverse por una buena causa.
La frase que define el espíritu de esta carrera “Run for those who can’t” (Corre por los que no pueden), resonó con fuerza en cada paso, en cada aplauso y en cada historia personal compartida durante el evento. Para muchos participantes, correr en la Wings for Life World Run no fue solo un reto físico, sino una manera de honrar a familiares, amigos o personas que enfrentan una vida con movilidad reducida.
Gracias a la aplicación oficial, cada participante fue parte de una red mundial de corredores que salieron a la misma hora, independientemente del país o la zona horaria, para participar de manera sincronizada. La app no solo permitió hacer seguimiento del avance de cada corredor, sino que también envió la notificación cuando el Catcher Car alcanzó a cada atleta, marcando el final de su recorrido.
La edición 2025 no solo conectó a miles de personas alrededor del mundo por una causa científica y humana, sino que también dejó claro que Costa Rica tiene una comunidad cada vez más activa, solidaria y comprometida con el deporte inclusivo y el bienestar colectivo.
Para más información sobre la carrera, sus resultados y cómo participar en futuras ediciones, se puede visitar el sitio oficial: www.wingsforlifeworldrun.com