Cuando en el año 2009 un joven Stephen Curry llegaba a la NBA drafteado por los Golden State Warriors, casi ningún aficionado al deporte de la canasta podría atisbar lo que estaba por llegar. El base se ha convertido en el mejor tirador de la historia, comandando la clasificación de triples anotados, y siendo el jugador franquicia de los de La Bahía. Los éxitos de su equipo no se explican sin Curry, por lo que no es de extrañar que las apuestas de la NBA lo tengan muy en cuenta a la hora de ofrecer los pronósticos de los Warriors.
Aun restan algunos meses para que dé comienzo una nueva temporada en la mejor liga de baloncesto del planeta. Antes de que el fuego comience a encenderse, es bueno repasar algunos de los hitos individuales que el natural de Ohio ya ha dejado para la historia.
Más allá de sus estadísticas, Curry representa un cambio cultural en la liga. Su habilidad para anotar triples desde distancias inverosímiles ha obligado a los equipos a redefinir el concepto de defensa perimetral. Lo que antes era una zona segura a varios metros de la línea de tres puntos, con Curry se convirtió en territorio de amenaza. Esta expansión del rango de tiro ha provocado que las ofensivas modernas prioricen los lanzamientos de larga distancia como nunca antes, dando paso a una nueva sin jugadores grandes sobre la cancha y del ritmo acelerado.
Con los Golden State Warriors, Curry se convirtió en el núcleo de una de las dinastías más dominantes del siglo XXI. Junto a compañeros como Klay Thompson y Draymond Green, bajo la dirección de Steve Kerr, lideró al equipo a múltiples campeonatos, destacando por su juego colectivo, movimiento constante sin balón y precisión quirúrgica desde el perímetro. Su temporada 2015-2016 fue histórica, no solo por romper el récord de más victorias en temporada regular con 73 triunfos, sino también por convertirse en el primer MVP unánime de la historia.
En diciembre de 2021, Curry superó a Ray Allen como el máximo anotador de triples en la historia de la NBA, alcanzando esa marca en mucho menos tiempo y con un volumen mucho mayor de intentos. Este logro consolidó su posición como el mejor tirador que ha visto la liga, tanto por cantidad como por calidad. A partir de ahí, cada triple que encesta es una ampliación de un récord que parece inalcanzable para cualquier otro jugador.
Más allá de los títulos, premios MVP y récords, su legado también se mide por la inspiración que genera. Curry demostró que no se necesita medir más de dos metros ni ser el más fuerte para dominar la NBA. Su ética de trabajo, manejo de balón, rapidez mental y confianza absoluta en su tiro han motivado a millones de jóvenes jugadores a perfeccionar su técnica y creer en su potencial.
En definitiva, Stephen Curry no solo ha sido un campeón y una superestrella, sino un innovador que alteró profundamente la manera en que se juega y se enseña el baloncesto. Su impacto trasciende las cifras; es cultural, generacional y táctico. Su nombre quedará grabado no solo en los libros de récords, sino también en la evolución misma de un deporte tan amado a nivel mundial como es el baloncesto.