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El Salvador. En El Salvador, la gente reconoce el riesgo que existe para que los salvadoreños sean deportados con las nuevas políticas antiinmigrantes implementadas por el gobierno de Donald Trump. Experta en temas migratorios confirma que, por el momento, no parece que estas medidas frenen la inmigración hacia los Estados Unidos.
Brandon Castillo, uno de muchos salvadoreños que a diario salen a trabajar para ganarse la vida y apoyar a su familia, piensa que en El Salvador la gente siempre va a buscar mejorar sus condiciones de vida; pero reconoce que acá las oportunidades para conseguirlo son limitadas.
“La persona salvadoreña siempre va a buscar una mejoría de sus posibilidades. Hemos visto el caso de tantas que se han arriesgado o que han muerto en la ruta de migrar de forma ilegal a Estados Unidos, es decir, el riesgo siempre ha existido y aun así veíamos que migran, porque realmente como país no tenemos las mismas posibilidades que Estados Unidos”, comenta y, a la vez, considera que es algo que podría seguir ocurriendo.
Así como Brandon, más salvadoreños y expertos en temas migratorios y económicos sostienen que la migración hacia los Estados Unidos podría continuar a pesar de las políticas implementadas por el gobierno de Donald Trump.
Daniel López es otro salvadoreño que respalda esta situación. “Creo que, aunque ahora sea más complicado por las medidas en contra de los migrantes, sabemos que la gente encuentra oportunidades mejor pagadas en Estados Unidos, otros se van buscando a familiares que ya se encuentran allí. Es una situación que va a seguir aunque actualmente sea un riesgo latente. Si la gente quiere seguir migrando debería buscar otros países», comenta.
Desde el inicio de su campaña electoral, el presidente Trump dejó claro que uno de sus principales objetivos era la deportación de todos los inmigrantes que se encuentran de forma irregular en Estados Unidos.
Aunque actualmente el gobierno salvadoreño asegura que no posee actualizaciones estadísticas de retornados durante 2025, tras la implementación de las políticas migratorias, el tema no es ajeno para los salvadoreños quienes están conscientes de la situación.
“Migrar es decisión de cada persona, todos tenemos situaciones diferentes y con base a ello la gente decide qué le resulta mejor, muchas veces opta por irse y si esas son sus intenciones van a seguir viajando a Estados Unidos, aunque eso los ponga en riesgo”, sostiene Miguel Barrera.
Miguel es padre de familia salvadoreño que, relata, también ha buscado en otros países oportunidades laborales: “He estado en varios países en diferentes ocasiones buscando mejores posibilidades para mi familia, no quiero decir que en otros países sea fácil, pero hay que rebuscarse”.
Aunque se ha hecho público que el presidente Nayib Bukele y Trump sostienen un acuerdo migratorio, este no está enfocado en la situación de los migrantes salvadoreños que permanecen de forma irregular en Estados Unidos. Al menos no se ha conocido de forma oficial. Más bien ha sido promocionado como un “servicio de alojamiento penitenciario” para que El Salvador albergue en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) a un número “ilimitado” de personas expulsadas de Estados Unidos, acusadas de pertenecer a pandillas como el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha.
El Salvador ya ha sido alertado que sin un acuerdo migratorio con Estados Unidos, enfocado en beneficiar a los salvadoreños que residen allá, serían alrededor de 700,000 los retornados que se encuentran en situación irregular en el país norteamericano, de acuerdo con datos proporcionados por el expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Carlos Acevedo.
Algunas personas también han evaluado cómo era la situación para los salvadoreños antes de que Trump asumiera un segundo mandato, considerando que, aunque las deportaciones nunca frenaron, había mayor seguridad en sus lugares de trabajo, sus hogares y en el país en general.
“Quizás antes no era tan estable la estadía de los salvadoreños en Estados Unidos, pero había más seguridad para ellos en los trabajos, en todo, digamos que no eran deportados con tanta facilidad. Ahora, con la entrada nuevamente de Trump, pues él desde su campaña presidencial lo anunció que cualquier migrante indocumentado iba a ser deportado de su país”, dice Ángel Alas Melgar, un salvadoreño jubilado que asegura sus familiares han optado en países europeos para retomar sus vidas.
Brandon Castillo también coincide en que antes había más posibilidades para los migrantes de permanecer en los Estados Unidos y aconseja buscar otras opciones. “Antes había un poco más de esperanza para poder cruzar la frontera para los migrantes y las posibilidades de tener una vida en los Estados Unidos, así es como mucha gente se fue de aquí. Con este segundo mandato de Trump, pienso, es complicada la situación allá”.
La experta en temas de migración y especialista en derechos humanos, Celia Medrano, advierte que la situación actual en Estados Unidos es “preocupante” y, aunque asegura las cifras de deportados están lejos de alcanzar ser las más grandes de la historia como Trump prometió, se están imponiendo el miedo.
“Aunque los números aún no superan las deportaciones registradas en los mandatos de Obama y Biden, sí han sido brutales, cargadas de xenofobia y odio, violatorias a toda norma de debido proceso legal y manipulando la ley. Este contexto afecta a toda persona migrante en Estados Unidos, independientemente si cuenta con algún tipo de regularidad migratoria o no. Han sido detenidos y expulsados solicitantes de asilo, personas con residencia, beneficiarios de programas especiales y hasta ciudadanos estadounidenses”, previene.
Menciona que los migrantes salvadoreños no han sido la excepción y que, al menos hasta el momento, no se ha conocido ningún indicio que vaya a ser diferente. Confirma, además, que Estados Unidos podría seguir siendo el objetivo de los migrantes.
Argumenta que ni siquiera la pandemia por el covid-19 tuvo “la fuerza suficiente” para detener la migración.
El caso Kílmar Ábrego
Aunque el caso sobre el salvadoreño Kílmar Ábrego García, deportado por la administración de Trump por un “error administrativo”, resuena en El Salvador; este no ha tenido el impacto y el apoyo en Estados Unidos, donde muchos sectores piden que sea retornado. Incluso, algunos salvadoreños desconocen la situación que Kílmar enfrenta por hoy.
Algunos consideran que es difícil opinar, pues no se conocen a detalle las acusaciones y pruebas por las que el gobierno de Trump asegura que Ábrego es miembro de la Mara Salvatrucha. Otros piensan que debería regresar a Estados Unidos.
“Creo que deberían devolver a Kílmar Ábrego García. Se ha conocido que fue deportado por un error administrativo de los Estados Unidos, entonces creo que debería valorarse su esfuerzo de tener una nueva vida allá donde está su familia. Sí fue un error deberían aceptar que se equivocaron y que él se reintegre a su vida y su familia”, dijo Brandon Castillo.
Ábrego llegó a El Salvador en los primeros vuelos de deportados procedentes de los Estados Unidos acusados de pertenecer al Tren de Aragua y a la MS-13. Ambos presidentes han descartado su regreso, mientras los cuestionamientos a la administración de Trump siguen surgiendo a la espera de una resolución del caso, así como la preocupación manifestada por organismos internacionales, congresistas demócratas y senadores por constatar las condiciones en las que es albergado en el CECOT.
Causas de la migración
Huir de las pandillas o por inseguridad es una de las causas que la población ha descartado como uno de los motivos por los que los salvadoreños continúan migrando. La gente sostiene que, aunque estas influyeron por mucho tiempo en la situación, perciben un ambiente de seguridad en el país.
“Las pandillas también tenían mucho que ver en la decisión de migrar de los salvadoreños, hay personas que migraron por miedo, porque estaban siendo extorsionadas, amenazadas, pero creo que ahora ya no existe el mismo temor”, dice Brandon Castillo.
El economista, Rafael Lemus analiza las causas y considera que los salvadoreños emigran considerando inseguridades económicas, sociales y políticas.
“Los salvadoreños continuarán migrando hacia Estados Unidos u otras opciones siempre y cuando en el país no existan las oportunidades de empleo, siempre y cuando el país no les brinde esa oportunidad de desarrollo o un clima de estabilidad, seguridad, con el cual pueda desempeñarse localmente. Si persisten las inseguridades económicas, sociales y políticas, los salvadoreños seguirán buscando oportunidades en otra parte”.
Argumenta que Estados Unidos siempre es como la primera opción por los nexos familiares y de amigos que “crean una red de oportunidades para, por lo menos, arrancar”.
Según los datos de los encuentros en la frontera sur de Estados Unidos, de abril de 2023 a abril de 2025 un total de 48,476 salvadoreños fueron detenidos. Los datos también evidencian un descenso respecto a los primeros cuatro meses del año fiscal 2025 con 638 detenidos.
La especialista Medrano argumenta que es complicado conocer si las medidas de Trump frenarán la inmigración, pero enfatiza los migrantes están optando por otras rutas.
“Es difícil asegurar si la brutalidad de las medidas antiinmigración ejecutadas por Trump logrará frenar la emigración hacia Estados Unidos. Por el momento no lo parece, puesto que muchas personas migrantes más bien han cambiado rutas de entrada mucho más peligrosas y caras, evadiendo cruces fronterizos terrestres. Otros migrantes se encuentran estancados en países de tránsito, pero no han desistido de su objetivo principal como país de destino, los Estados Unidos”, concluye.