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Haití. Los grupos criminales intensifican sus ataques cada vez más coordinados, extienden su control territorial y desafían abiertamente la autoridad del Estado, dice la enviada de la ONU a Haití, y advierte que el país se acerca a un punto de no retorno.
La situación en Haití se deteriora rápidamente y pronto puede llegar a un punto de no retorno, advirtió este lunes la representante especial de la ONU en ese país.
En una sesión del Consejo de Seguridad sobre la crisis en Haití, María Isabel Salvador informó que desde enero, los grupos criminales han intensificado sus ataques, extendiendo su control territorial y desafiando abiertamente la autoridad del Estado.
Los ataques son cada vez más coordinados y han afectado zonas que antes eran seguras como Delmas, Pétion-Ville y el centro de Puerto Príncipe, además de expandirse hacia los departamentos del Oeste, Centro y Artibonite.
Uno de los incidentes más alarmantes fue la toma de la ciudad de Mirebalais, donde más de 500 reclusos escaparon en el quinto motín carcelario en menos de un año, refirió Salvador.
La violencia supera la capacidad policial
“La magnitud y duración de esta violencia ha superado la capacidad de la Policía Nacional Haitiana, incluso con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad”, declaró la enviada especial.
Salvador detalló que en febrero y marzo, más de 1000 personas fueron asesinadas y al menos 60.000 debieron desplazarse huyendo de la violencia, lo que agravó una crisis humanitaria que ya afecta a más de un millón de personas.
La responsable de la Oficina Integrada de la ONU en Haití (BINUH) dijo que frente al colapso institucional, muchos ciudadanos se han organizado para defender sus comunidades, mientras que miles han salido a las calles para exigir medidas más eficaces.
Sin embargo, añadió, “las capacidades nacionales siguen siendo limitadas”. Recordó que el 14 de abril pasado se aprobó un presupuesto revisado para reforzar a la policía y al ejército, aunque alertó de que las propias autoridades haitianas afirman que no será suficiente sin apoyo internacional urgente.
Situación humanitaria deplorable
La crisis humanitaria de Haití ha alcanzado niveles críticos, afirmó Salvador.
Los brotes de cólera y la violencia de género, especialmente en los asentamientos de desplazados, son generalizados. La inseguridad ha obligado al cierre de 39 centros de salud y más de 900 escuelas en Puerto Príncipe, precisó.
En este renglón, instó a los Estados a apoyar el Plan de Respuesta Humanitaria 2025, y refrendó el compromiso de la ONU de “ayudar a brindar asistencia vital, especialmente a mujeres, niñas y niños, y de promover la paz social mediante iniciativas gubernamentales”.
La representante especial subrayó los desafíos que enfrentan las agencias de las Naciones Unidas para llevar asistencia vital a los necesitados dado el aislamiento de la capital, bloqueada por tierra y sin vuelos comerciales desde noviembre.
Aun así, apuntó, el organismo ha mantenido su presencia con modalidades híbridas y reducidas. Pero “sin fondos predecibles y suficientes, incluso esta mínima presencia está en riesgo”, enfatizó.
Sin asistencia internacional vendría el caos total
En el ámbito político, Salvador explicó que, pese al caos, el gobierno de transición avanza en la organización de elecciones para febrero de 2026, y reportó que se han iniciado consultas constitucionales y preparativos logísticos, aunque también aclaró que el deterioro de la seguridad pone en duda la viabilidad del proceso.
La enviada de la ONU concluyó pidiendo al Consejo de Seguridad que refuerce el respaldo a la Misión Multinacional de Seguridad y que aplique sanciones efectivas. “Haití se encuentra en un momento decisivo. Sin asistencia internacional concreta y oportuna, el país podría caer en el caos total”, puntualizó.
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