La salud pulmonar enfrenta una crisis silenciosa de alcance global. En 2021, las enfermedades respiratorias se posicionaron entre las principales causas de muerte a nivel mundial, con más de 18 millones de defunciones registradas. Además, figuran entre las principales causas de discapacidad en América Latina, lo que subraya la urgencia de fortalecer la atención primaria en los sistemas de salud mediante un enfoque integrado que incluya prevención, diagnóstico temprano y atención multidisciplinaria.
En este contexto, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón destacan por sus tasas crecientes de enfermedad y mortalidad. Ambos padecimientos representan una seria amenaza para la salud pública, y son responsables de un alto porcentaje de las muertes evitables cuando no se detectan ni se tratan a tiempo.
Aunque distintas en su origen y progresión, comparten una alarmante realidad, su diagnóstico suele producirse en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de tratamiento efectivo son más limitadas. Esta situación se ve agravada por la falta de conciencia pública y las barreras en el acceso a servicios especializados.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): La enfermedad ignorada
La EPOC es la tercera causa de muerte a nivel mundial, con casi 3 millones de defunciones al año. Afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales e impone una carga económica significativa: se estima que genera cerca de USD $106 billones anuales en gastos económicos en el mundo, y se espera que estas cifras aumenten en los próximos años, pues se calcula que entre 2020 y 2050, el impacto económico acumulado de la enfermedad podría alcanzar los USD $4,3 billones.
Esta patología no solo limita físicamente a quienes la padecen, sino que también afecta su salud emocional, calidad de vida y productividad laboral, traduciéndose en pérdidas económicas personales y familiares. A pesar de ser una enfermedad prevenible y tratable, sigue siendo poco diagnosticada y frecuentemente desatendida. Se estima que 9 de cada 10 personas que la padecen no tienen un diagnóstico, debido a la falta de conocimiento tanto en la población como en profesionales de la salud.
“Aumentar el acceso a pruebas diagnósticas, capacitar a más profesionales, integrar la EPOC en chequeos rutinarios y eliminar barreras de acceso al tratamiento son pasos clave para frenar el progreso de esta enfermedad. Abordarla integralmente es una prioridad sanitaria, que no solo salvará vidas, sino que contribuirá a aliviar la creciente presión sobre los sistemas de salud”, señaló el Dr. Andrés Rojas, Director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe.

Cáncer de pulmón: enfermedad letal
Con más de 1.8 millones de muertes al año, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en el mundo. Su letalidad se explica, en parte, porque el 85% de los casos se diagnostica en etapas avanzadas, mientras que los pacientes detectados en estadios tempranos (aproximadamente el 15%) tienen una tasa de supervivencia a cinco años superior al 60%.
A pesar de la reducción del tabaquismo en varios países, se espera que la prevalencia del cáncer de pulmón continúe alta, debido a la persistencia del hábito en ciertos grupos poblacionales, la contaminación ambiental y las desigualdades sociales.
“Es alarmante la realidad del cáncer pulmón y es relevante reconocer la enfermedad como una prioridad política en los planes nacionales de la lucha contra el cáncer. No podemos seguir descuidando a estos pacientes y el impacto de esta enfermedad en nuestra sociedad. Actualmente los costos por inacción son elevados siendo más de USD$ 3,8 billones al año. Por lo que debemos ampliar esas pruebas de diagnóstico, pues actualmente están dirigidos únicamente a las personas consideradas de alto riesgo de desarrollar esta patología,” agregó el Dr. Rojas.
Una acción coordinada para transformar la salud respiratoria
La detección temprana y el manejo efectivo de la salud pulmonar no solo salvarán vidas, sino que aliviarán la carga de los sistemas sanitarios, es una afirmación que cobra más fuerza ante el avance silencioso de la EPOC y el cáncer de pulmón. Transformar esta realidad en estos pacientes exige un compromiso conjunto entre autoridades de salud, comunidades médicas y pacientes, con un enfoque integral que priorice la educación, la detección temprana, el acceso a terapias innovadoras y la continuidad en la atención.
Solo con una respuesta coordinada, sostenida e integral será posible mejorar la calidad de vida de millones de pacientes en todo el mundo.
Fuente. AstraZeneca