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México. Con tan sólo 0.67% del total del presupuesto para Energía, las energías renovables se mantienen relegadas en el gasto, esto, a pesar de que el ramo es el que mayor aumento tiene previsto para el próximo año.
De acuerdo con un análisis realizado por Excélsior, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2026, los rubros relacionados con energías limpias y sustentabilidad energética tienen previstos mil 806 millones de pesos, que representan menos de 1% de los 267 mil 439 millones de pesos que se destinarán, en total, al ramo de Energía.
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Para el próximo año, el sector energía tendrá, en términos reales, 84.5% más recursos que en 2025, al pasar de 138 mil 307 millones de pesos a 267 mil 439 millones proyectados. De este total, 263 mil 712 millones de pesos, 98.6%, irán a rubros relacionados con hidrocarburos, en especial a la Subsecretaría de Hidrocarburos, que tiene previstos 263 mil 519 millones de pesos.
En contraste, la Dirección General de Energías Renovables tiene proyectados mil 154 millones de pesos para 2026. De este monto, mil 153 millones son para gasto corriente y 727 millones para inversión física, aunque la Secretaría de Hacienda no ha dado a conocer el desglosado de inversiones. Se trata de la dependencia relacionada con las energías verdes que más presupuesto tendría el próximo año.
El Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, entidad apoyada del ramo 18, recibiría 427 millones de pesos, los cuales, en su totalidad, irán para servicios personales (remuneraciones y prestaciones).
METAS, MÁS LEJOS
Para Gonzalo Monroy, analista experto en el sector energético, la distribución del gasto que se plantea para el sector refleja una discrepancia entre el discurso oficial sobre las energías verdes y lo que se lleva a la práctica, algo que pone en duda que se cumplan los compromisos ambientales establecidos en estrategias nacionales y los adquiridos ante instancias internacionales.
No se plantea ninguna planta de energía eólica y los esfuerzos en geotermia son extremadamente limitados. Se habla por ahí de hacer una expansión de una parte de la planta nuclear de Laguna Verde, pero no se sabe cuánto tendría de financiamiento, producto de la opacidad en el PPEF. Así que luce muy improbable que pudiéramos llegar a las metas de desarrollo, o en este caso de contribución, de energías limpias, de 35%”, indica en entrevista con Excélsior.
Según la Ley General de Cambio Climático, la Secretaría de Energía en coordinación con la CFE y la Comisión Reguladora de Energía, promoverían que la generación eléctrica de fuentes de energía limpias alcanzara por lo menos 35% para 2024. Meta que no se cumplió.
En tanto, el Plan Nacional de Desarrollo 2025-20230, publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 15 de abril, establece un objetivo de 45% de energía proveniente de fuentes limpias para 2030.
LAMENTAN QUE EL CONSUMO DE ENERGÍAS LIMPIAS QUEDE EN EL DISCURSO
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en el primer trimestre de 2025, la generación de energía limpia en México fue de 24%, lo que coloca al país a 21 puntos porcentuales de la meta para 2030.
La realidad que estamos viendo —muy interesante cuando lo combinamos con el plan de fortalecimiento al sector eléctrico— es que, más allá de algunas plantas solares, prácticamente la columna vertebral de la generación eléctrica en el país siguen siendo las plantas de gas natural”, explica Monroy.
Lamenta que el consumo de energías limpias y reducción de emisiones quede en el discurso. “Lo que dice el discurso es muy diferente a lo que está en la realidad… el problema es que no sólo es el tema eléctrico, por ejemplo, hacia 2027, la refinería de Dos Bocas va a entrar, finalmente, a operación comercial muy cercana a 90%, y obviamente la contribución de emisiones (de dióxido de carbono) netas va a ser incluso peor de donde estábamos antes… No están viendo el panorama entero y pareciera que estamos viendo un evento más de green washing (una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica) que, efectivamente, una política de Estado para la reducción de emisiones”, concluye.