En medio de un entorno comercial marcado por incertidumbre, aumentos en los costos logísticos, nuevas exigencias regulatorias y volatilidad en los precios internacionales, muchas empresas agroindustriales se enfrentan al dilema de replegarse o reinventarse. Juan Milton Guillermo Molina Botrán, codirector de Grupo HAME, plantea una visión contundente: el futuro no se defiende con cautela, sino con innovación financiera.
En esta entrevista, analiza cómo Grupo HAME ha respondido a estos desafíos comerciales desde una lógica de reingeniería financiera, apostando por instrumentos inteligentes, diversificación de fuentes de fondeo, y estructuras de inversión que garantizan competitividad sin sacrificar crecimiento. Su mensaje es claro: en el agro, adaptarse financieramente es tan importante como innovar en el campo. “La innovación financiera permite sembrar confianza incluso en terrenos inciertos”, afirma Molina Botrán.
Juan Milton Guillermo Molina Botrán, ¿Cuál ha sido el principal desafío financiero que enfrentó la agroindustria en los últimos años?
La velocidad con la que se han transformado las condiciones de operación. Estamos hablando de alzas en insumos, restricciones logísticas, incertidumbre política y comercial. Para una empresa agroindustrial con operaciones regionales, sino se tiene debidamente planificado, esto puede significar tensiones de caja, rupturas de contratos o pérdida de acceso a mercados.
En Grupo HAME entendimos que no bastaba con ajustar presupuestos. Teníamos que replantear el modelo financiero desde una perspectiva estratégica, anticipando escenarios y creando amortiguadores que nos dieran flexibilidad y control.
¿A qué se refiere específicamente con innovación financiera en este contexto?
Hablo de estructurar herramientas que respondan al contexto actual. Por ejemplo: contratos de cobertura de precios, financiamiento por impacto, alianzas con fondos de sostenibilidad, emisión de deuda con garantías agroindustriales, e incluso crear mecanismos internos de financiamiento rotativo con flujos compartidos entre países. La clave es que cada instrumento debe resolver un problema real, medible, urgente. Adaptar la estrategia financiera es tan vital como mejorar el riego o la semilla.
¿Cómo se vincula esta innovación financiera con el núcleo operativo del negocio?
Totalmente. Si uno piensa solo desde lo financiero, se vuelve abstracto. Pero si lo conecta con la operación, con el campo, todo toma sentido. Por ejemplo, en un ciclo agrícola afectado por lluvias irregulares, el impacto financiero puede sentirse no en el cultivo, sino en el flujo de caja tres meses después. Lo mismo ocurre con regulaciones que modifican los márgenes de exportación: el impacto se da en los tiempos, en la capacidad de invertir, en la estabilidad de los compromisos financieros.
Por eso, nuestras decisiones financieras están hoy más alineadas con los agrónomos, los logísticos y los gerentes de planta que nunca antes. Ya no es solo un tema de costos, sino de estructura de capital, de resiliencia operativa y de sostenibilidad comercial a largo plazo. La agroindustria del futuro se construye con datos, disciplina y decisiones.
¿Cuál ha sido el impacto concreto de esta innovación financiera en Grupo HAME?
Nos ha permitido mantenernos en crecimiento mientras otros se replegaban. Hemos logrado financiar nuevos cultivos, automatizar procesos, abrir operaciones en otros países, y sobre todo, proteger nuestra liquidez sin sacrificar impacto social ni sostenibilidad ambiental.
Además, hemos ganado velocidad en la toma de decisiones. Contar con estructuras ágiles, con márgenes de maniobra y con modelos de simulación financiera nos ha permitido reaccionar en semanas, no en meses, ante cambios regulatorios o comerciales. Eso hoy es una ventaja competitiva decisiva.
¿Qué le dirías a un director financiero de una agroempresa mediana que hoy enfrenta incertidumbre comercial?
Que no subestime el poder de rediseñar su estructura financiera. Así como uno invierte en nuevas tecnologías para el campo, también debe invertir en herramientas financieras que protejan el modelo de negocio. Y que se atreva a construir alianzas. Hoy el mercado no premia a quien resiste, sino a quien se adapta con inteligencia y velocidad.
Sobre Juan Milton Guillermo Molina Botrán
Juan Molina Botrán es un empresario guatemalteco y codirector de Grupo HAME, una destacada corporación agroindustrial en Centroamérica. Con un enfoque estratégico en portafolios financieros resilientes y nuevos negocios, ha liderado innovaciones en financiamiento agroindustrial, sostenibilidad e internacionalización.