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El Salvador. Los vuelos de deportación en junio y julio han superado el promedio de los meses anteriores y del mismo periodo el año pasado.
Las deportaciones aéreas desde Estados Unidos hacia El Salvador se mantuvieron en niveles históricamente altos durante julio, con un total de 22 vuelos, la misma cifra que en junio, según el monitoreo de ICE Air realizado por Witness At The Border. Se trata de la cantidad más alta desde agosto de 2022 y representa un incremento del 55 % respecto al promedio de los seis meses previos, así como un 83 % más que en julio de 2024.
Para César Ríos, director de la Asociación Agenda Migrante El Salvador (AAMES), el incremento sostenido responde a un cambio en la política migratoria estadounidense tras los operativos en Los Ángeles, California.
“Hasta hoy habían sido solo órdenes de deportación, pero ya entramos a la fase de redadas. En esta fase no se clasifica por nacionalidad, sino que se busca atrapar a toda persona migrante indocumentada, tenga o no orden de deportación”, explicó.
Ríos señaló que este cambio se refleja en el aumento de vuelos hacia El Salvador durante julio y agosto, impulsado por redadas masivas en estados santuarios como Nueva York y California. A su juicio, la situación exige una respuesta institucional más amplia en el país para atender a la población retornada.
En julio, la mayoría de los vuelos de deportación hacia El Salvador partieron desde Alexandria, Luisiana, y Harlingen, Texas, ambos puntos clave para las operaciones de ICE Air. Estos aeropuertos funcionan como centros de concentración de personas migrantes antes de su retorno y concentran gran parte de los vuelos internacionales de deportación en el sistema estadounidense.
El director de AAMES considera oportuna la aprobación de una ley en favor de los migrantes en la Asamblea Legislativa, pero advierte que esta debe incluir a actores clave como el Ministerio de Trabajo y los gobiernos locales. “Esto ya no se trata de política exterior; es inclusión laboral y generación de oportunidades. El Ministerio de Trabajo debe protagonizar la política de inclusión de la población migrante que está llegando”, afirmó.
Asimismo, insistió en que los municipios reciben de primera mano el impacto de retorno y deben participar en la planificación. “No estamos hablando de ferias de empleo, sino de analizar sectores productivos, demanda de mano de obra y las capacidades laborales acumuladas de las personas que regresan”, apuntó. Según Ríos, el flujo de deportaciones continuará en aumento mientras se mantenga la fase de redadas en EUA.