Estimated reading time: 6 minutos
Guatemala. La fuga de 20 pandilleros que conforman organizaciones declaradas terroristas internacionalmente es un golpe en la imagen y reputación para el país, que puede generar desconfianza entre los potenciales inversionistas, sin embargo el impacto en la inversión dependerá de la respuesta estatal, refirieron analistas en economía, consultados por Prensa Libre.
Paul Boteo, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo y Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), hablan del tema desde sus respectivos puntos de vista.
Si la crisis actual se contiene con rapidez y eficacia, su efecto sería limitado. Sin embargo, una repetición sí podría cambiar la percepción internacional sobre Guatemala como destino de inversión, explicaron.
A ello se añade que en el 2025 ha aumentado la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, comentan ambos. Mientras que la mejora de calificación a Guatemala por parte de Fitch esta semana es un contrapeso positivo.
Una noticia como la evasión de 20 mareros, ahora que las pandillas ya consideradas terroristas a nivel internacional, sí afecta negativamente la imagen del país, opinó Boteo.
El Departamento de Estado de Estados Unidos como Organización Terrorista Extranjera (OTE) y Terrorista Global Especialmente Designado (TGD), a la Mara Salvatrucha (MS 13) en febrero del 2025, y a la pandilla del Barrio 18 el 23 de septiembre último.
Se les atribuyen actos violentos en Guatemala, El Salvador y Honduras, según la decisión fue difundida por medio de comunicados oficiales de esa institución estadounidense en cada oportunidad.
En tanto, en Guatemala, el Congreso de la República aprobó una ley para el combate frontal de grupos delictivos y organizaciones criminales transnacionales y terroristas, denominados maras o pandillas; sin embargo, aún deben cumplirse varios pasos del proceso legislativo.
Homicidios y fuga
Boteo explicó que uno de los principales logros del país en la última década y media había sido la reducción paulatina de los indicadores de homicidios. Se pasó de un máximo de 46 homicidios por cada 100 mil habitantes a 16 por cada 100 mil, una disminución drástica reconocida internacionalmente; sin embargo, este año esa tendencia se revirtió.
Según esos indicadores citados, se registra un aumento en la criminalidad, lo cual ya era motivo de discusión. La fuga de los 20 pandilleros fue reportada por medios internacionales de prestigio, lo que representa “un golpe a la imagen del país”, indicó el analista de la fundación. Agregó que, ante esa información, las empresas potencialmente interesadas en invertir en Guatemala se muestran más cautelosas.
“Creo que es un golpe reputacional importante y se deberá trabajar en revertirlo, mejorando esos índices y, sobre todo, con el cambio de autoridades de seguridad que se está dando”, expresó Boteo.
El experto espera no solo que se resuelva la situación actual, sino también que se retome la tendencia a la baja en homicidios por cada 100 mil habitantes, como había ocurrido durante la última década y media.
Consultado al respecto de que en el país ha surgido la hipótesis de que algunos hechos podrían estar siendo provocados por grupos interesados en desestabilizar al actual gobierno, Boteo señaló que el ministro saliente se enfocó en no pactar con las pandillas y les retiró varios privilegios que mantuvieron en administraciones anteriores. A su juicio, eso provocó una reacción de esos grupos como forma de presión, pero el funcionario no cedió, lo cual, considera, fue uno de los factores que desencadenaron el repunte de la inseguridad.
Boteo indicó que no le sorprendería que existan grupos de poder detrás de estos hechos; no obstante, enfatizó que, independientemente de las causas, el daño a la imagen del país es el mismo. Por ello, insistió en la importancia de que las nuevas autoridades diseñen una estrategia eficaz para contener la inseguridad.
En tanto Maul, analista del Cien, considera que podría haber un efecto en la inversión, dado que una de las variables que evalúan los inversionistas internacionales es la situación de seguridad; sin embargo, dijo que el caso de Guatemala, el resultado es mixto.
Al respecto explicó que por un lado, la tasa de homicidios venía en descenso en los últimos 13 años, pero en el 2025 repuntó.
Coincide en advertir que actualmente hay una crisis, con una tendencia al alza tanto en homicidios como en extorsiones. Por ello, afirmó que será fundamental determinar si esta es una situación transitoria o una señal de cambio estructural.
Otro aspecto relevante, según Maul, es que la inversión extranjera no se decide a corto plazo, sino a mediano y largo plazo, por lo que en ese sentido, el impacto de esta coyuntura podría no ser determinante, salvo que se convierta en un patrón reiterado.
“Las crisis recientes en el sistema penitenciario y la fuga de reos no ayudan, pero tampoco me atrevería a decir que restan inversión. Quien busca invertir en Guatemala sabe a lo que se enfrenta; no hay que explicarle que esto no es Suiza”, comentó.
Maul considera que esta crisis es de muy corto plazo y su efecto dependerá del tiempo que tome solventarse. “Es un gran bache en el camino, pero no significa que la carretera pasó de asfalto a terracería”, expuso.
La fuga ocurrió en la misma semana en que la firma Fitch mejoró la calificación de riesgo país de Guatemala, lo cual plantea la interrogante sobre qué factores evalúan más los inversionistas, y según Maul, estos consideran ambos aspectos.
Desde su perspectiva, la fuga es un hecho negativo, pero coyuntural; mientras que la mejora de calificación crediticia es resultado del desempeño acumulado a lo largo de los años.
Afirmó que, a mediano y largo plazo, la fuga no suma, pero tampoco resta. No obstante, advirtió que el país no puede darse el lujo de incurrir repetidamente en crisis como esta, ya que de darse en nuevas ocasiones sí podría cambiar la percepción internacional sobre Guatemala como destino de inversión.
Cifras
- A junio del 2025, el monto de inversión extranjera directa (IED) ascendió a US$867 millones, un 8% más que en el mismo período del año anterior, según datos del Banguat.
- El banco central publicó esta semana el informe del producto interno bruto (PIB) del segundo trimestre del año —abril, mayo y junio—, que revela que la economía creció 3.9%.
- En ese lapso, la producción nacional generó Q157 mil 625.9 millones. Entre los factores que influyeron se encuentran: el aumento en la demanda interna, en particular el consumo final de los hogares —impulsado también por las remesas—, así como la inversión y el gasto del gobierno, un incremento en las importaciones y en la demanda externa de bienes y servicios.