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EEUU. El plan de redadas masivas, principalmente en las llamadas ciudades santuario, implementadas por el presidente Donald Trump podrían ser contraproducentes para la economía de EE. UU. en relación con lo salarios, dijeron expertos a la cadena CNN en Español.
De acuerdo con el artículo, el republicano ha dicho que busca impulsar la economía de ese país, que daría un empujón al crecimiento, subirá los sueldos y hará más chica la enorme deuda de EE. UU.
Sin embargo, los planes para llevar a términos «las mayores deportaciones» del país, como lo prometió Trump, podrían causar exactamente lo contrario de lo que ofrece el gobernante.
Kent Smetters, docente de economía de la Universidad de Pensilvania, citado por CNN, advierte de que «no cabe duda de que la economía estadounidense se contraerá a medida que se deporte a gran parte de la fuerza laboral».
Explica que prácticamente habrá menos personas para producir, y menos personas conllevan a una economía más pequeña.
Un estudio de la escuela Wharton, de la Universidad de Pensilvania, y precisamente donde Trump estudió, reveló que con la política del mandatario se expulsará a al menos 10% anuales de los inmigrantes irregulares del país, lo que representa un enorme número se se toman en cuenta los cuatro años de gobierno del magnate.
La gran consecuencia de ello es que el PIB de EE. UU. se reduciría en 1%, lo que traería serias consecuencias a la economía.
«Si la represión migratoria se prolongara durante 10 años, el costo para el gobierno federal ascendería a US$987 mil millones, el PIB se reduciría un 3.3% y los salarios caerían un 1.7%,», explica la cadena, citando a expertos.
La trampa del aumento salarial
Los analistas también explican que, a menos mano de obra de indocumentados, más aumentos de sueldos para empleados trabajadores o los nacidos en EE. UU. Sin embargo, en este punto hay dos escenarios:
Los trabajadores autorizados o los nativos en EE. UU. se quedan con los puestos que dejan los migrantes expulsados, lo que significa que no necesariamente estos son cualificados para hacer bien el trabajo que puede hacer un inmigrantes indocumentado, lo que influiría en la calidad de producción y efectividad del proceso.
Si las políticas de expulsión se revierten por alguna razón, como el cambio de gobierno, los sueldos de los poco calificados disminuirán, desatando otras consecuencias para la economía.
“Hay muchos empleos en EE. UU. que la gente nativa no quiere, y que la gente nacida en el extranjero está contenta de tener”, puntualizó el economista Stephanie Roth, jefe de Wolfe Research, a CNN en Español.