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Cuba. La 41 Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2025) concluyó este sábado 29 de noviembre con una marcada atención hacia las nuevas medidas económicas anunciadas por el Gobierno cubano, orientadas a dinamizar la inversión extranjera y estabilizar la economía nacional.
Durante los seis días del evento, celebrado en el recinto ferial Expocuba, empresarios, expertos y delegaciones internacionales evaluaron con interés los cambios presentados en el VIII Foro de Inversión, espacio clave del encuentro ferial.
El viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva, detalló las líneas estratégicas del programa gubernamental para la estabilización macroeconómica, destacando que “ninguna de estas propuestas tiene contradicción alguna con la Constitución de la República de Cuba, los Lineamientos y la Conceptualización”, y que son decisiones viables dentro del actual marco normativo.
Entre las novedades, sobresale la promoción de Zonas Especiales, no necesariamente de la escala de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), sino adaptadas a actividades específicas como proyectos inmobiliarios o parques tecnológicos. Además, se implementarán de forma selectiva operaciones swap, entendidas como intercambios de deudas, con el propósito de ordenar obligaciones financieras, obtener ingresos en divisas y acceder a fuentes de financiamiento.
El impulso al negocio inmobiliario constituye otro eje relevante: se promueve un modelo en el que la parte extranjera aporte el financiamiento para inversiones residenciales, bajo la condición de que los proyectos sean autosostenibles en divisas y cumplan con requisitos de protección patrimonial, eficiencia energética y uso de fuentes renovables de energía.
Las autoridades reiteraron su enfoque prioritario en dos sectores fundamentales para el desarrollo nacional. Primero, la producción de alimentos, donde se introducen modalidades de negocios más flexibles y simples para incrementar rápidamente la oferta. Como referente, se citó la colaboración con empresas vietnamitas dedicadas al cultivo de arroz. Segundo, la economía del conocimiento, que aprovecha la fuerza laboral calificada del país para impulsar alianzas en informática, biotecnología e industria farmacéutica.
Los cubanos residentes en el exterior también fueron considerados: Pérez-Oliva ratificó que pueden invertir en Cuba “sin ningún tipo de diferencia, ni traba”, en igualdad de condiciones con otros inversionistas.
Como complemento, se presentó una actualización de la cartera de oportunidades de inversión, compuesta por 426 proyectos distribuidos en todas las provincias, 38 de ellos de iniciativa local. Esta cartera prioriza los sectores de producción de alimentos, industria, turismo y energía, especialmente prospección y extracción petrolera. De los proyectos totales, 83 fueron identificados como de alta prioridad por su potencial exportador.
En conjunto, estas medidas forman un amplio engranaje económico que busca no solo revitalizar la economía cubana, sino también fortalecer las relaciones comerciales con socios internacionales, tal como se reflejó en la valoración positiva de empresarios y contratistas durante la FIHAV 2025.



































