Al llegar el verano, el clima cálido y húmedo castiga sin piedad la salud del cabello. Millones de personas buscan ayuda para combatir el frizz, hidratar, alisar y devolver los nutrientes esenciales perdidos por la exposición diaria al sol y la contaminación. Casi todo el mundo piensa en la keratina, pero, ¿son todas iguales?
“Para alisar e hidratar el cabello, hay que elegir siempre la keratina ‘buena’. Esto significa usar keratinas con fórmulas libres de formol, basadas en aminoácidos y diseñadas en laboratorios certificados para garantizar transparencia y seguridad”, alertó la experta Michelle Carpio, creadora de Michelle Beauty Hair y TopEnd Beauty.
El formol (formaldehído) —o derivado— es un químico agresivo y perjudicial para la salud. En cantidades incorrectas, puede dañar el pelo a largo plazo. Pero no hay de qué preocuparse si la keratina cumple con los estándares de calidad más actuales.
“Una buena keratina contiene ingredientes nutritivos para reparar la hebra capilar y aportar hidratación, fortaleza y brillo”, explica Carpio.
En un mercado saturado de términos confusos como “nanoplastia, cirugía capilar, alisado brasileño, japonés u orgánico”, la estilista apuesta por la honestidad: “Los tratamientos deben diferenciarse no por su nombre comercial, sino por su composición. Mi enfoque es la belleza con propósito. Hay que dejar atrás la idea de que el cuidado capilar debe estar ligado a químicos agresivos”.
La keratina debe elegirse también en dependencia del tipo de cabello y de las necesidades de cada cual.
“Por ejemplo, un cabello fino y dañado requiere fórmulas más suaves, enfocadas en la reparación y con menos poder alisante, para no sobrecargarlo. Uno grueso, rizado o muy encrespado, puede necesitar keratinas con mayor poder de alisado”, añade Carpio.
Fuente. EB Public Relations