La celulitis se forma por una sobreproducción hormonal que hace que las células adiposas dejen de funcionar correctamente. Al no poder realizar su función de drenaje correctamente, estas células se inflaman, aumentan de tamaño y se vuelven rígidas, lo que interfiere con la circulación de líquidos.
Todo ello provoca la piel de naranja y la rigidez de dicha zona de la piel afectada.
La celulitis es prevenible, y la forma de conseguirlo consiste en modificar algunos hábitos de vida para corregir este problema. Algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo son:
- Una dieta rica en potasio, vitamina C y vitamina E
- Evitar los alimentos con sodio
- No tomar alcohol ni café
- No fumar
- Beber agua en abundancia
- Hacer ejercicio de manera regular
El deporte es importante, sobre todo los deportes de fuerza. Hacer deporte es fundamental para combatir la celulitis, pero hay que tener en cuenta que el deporte de cardio -en el que quemamos calorías- es estupendo para la pérdida de peso, pero es muy importante combinarlo con el ejercicio de fuerza para adquirir masa muscular.
Cuanto más musculo tengas, más calorías se queman y el aspecto de la piel de naranja mejora. Cuanto más deporte hagas, tu piel estará más tersa y firme, y la celulitis será menos visible.
Tratamiento
Existen fármacos que ayudan a eliminar los tejidos adiposos como aquellos con efecto lipolítico, los que actúan directamente en el tejido conjuntivo, los activadores de la microcirculación, el retinol o la fosfatidilcolina.
También se puede acudir al dermatólogo para recibir tratamiento contra la celulítis. Algunos ejemplos de tratamientos estéticos para luchar contra la celulitis serían:
Radiofrecuencia y ultrasonidos: «La combinación de estas dos técnicas permite actuar en dos planos diferentes de la piel. Por una parte, provoca un calentamiento localizado en las capas más profundas de la piel afectadas por la celulitis de forma que disminuye el tamaño de las células grasas (adipocitos), mientras que por otro lado enfría las capas superficiales para proteger las estructuras de la piel», señala la experta del Instituto de Dermatología Integral.
Ondas acústicas de alta energía: «Actúan directamente sobre las células grasas, consiguiendo disminuir su tamaño. Mejoran la microcirculación sanguínea, por lo que la grasa se drena más rápidamente de forma natural. Además, estimula la formación de colágeno, por lo que la piel aparece más firme y tersa».
Mesoterapia corporal: «Consiste en microinyección de vitaminas, minerales y oligoelementos que, aplicados directamente sobre las zonas afectadas, facilitan la eliminación de toxinas y grasa y líquidos».
Fuente: Cuidateplus.marca.com