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Un clásico que nunca falla. Una base de galleta crujiente, una crema suave y un topping de fresas frescas es todo lo que necesitas para disfrutar de este postre irresistible.
Ingredientes:
Para la base:
200 g de galletas de chocolate
100 g de mantequilla derretida
Para el relleno:
500 g de queso crema
200 ml de nata para montar
100 g de azúcar
1 sobre de cuajada
250 g de fresas
Para la decoración:
200 g de fresas
Hojas de menta
Preparación:
Precalienta el horno a 180ºC.
Tritura las galletas hasta obtener una textura fina. Mezcla con la mantequilla derretida hasta obtener una masa homogénea.
Forra un molde desmontable con papel de horno y presiona la masa de galleta en el fondo del molde. Hornea durante 10 minutos.
Bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave. Agrega la nata para montar y la cuajada y mezcla bien.
Lava y corta las fresas en rodajas.
Vierte la mitad de la crema de queso sobre la base de galleta. Coloca una capa de fresas y luego cubre con el resto de la crema de queso.
Refrigera la tarta durante al menos 4 horas antes de servir.
Decora la tarta con fresas frescas y hojas de menta.
Fuente: Cocina fácil.