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Honduras. El flujo de remesas familiares enviadas a Honduras, provenientes en más de un 90 por ciento desde Estados Unidos, retomó la senda del crecimiento al cierre de febrero del 2024, confirmó el reciente informe de indicadores semanales del Banco Central de Honduras (BCH).
Durante esos dos meses del año, Honduras recibió 2,705.9 millones de dólares en divisas, inferior en 239.4 millones de dólares (8.1%) con relación al monto observado en la misma fecha del año previo por el orden de 2,945.3 millones de dólares.
Las remesas familiares en esos dos meses, sumaron 1,360.2 millones de dólares, significa el 50.3 por ciento del total de divisas antes mencionado.
El incremento interanual fue de 17.7 millones de dólares (1.3%) respecto a los 1,342.5 millones de dólares que ingresaron al 28 de febrero del 2023.
De cada cien dólares que entran a la economía nacional 50.30 dólares son remesas. Los indicadores semanales refieren que un promedio de 22.67 millones de dólares ingresan cada 24 horas a la economía nacional, dinamizando el consumo privado.
$25 MILLONES DIARIOS
Sin embargo, en la semana del 23 al 29 de febrero, los agentes cambiarios registraron ingresos de divisas por remesas familiares de 175.5 millones de dólares, es decir, 25 millones de dólares diarios en esa semana en referencia.
Las remesas tienen una importancia capital para la economía hondureña debido a que sustentan las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central de Honduras, le dan estabilidad al Tipo de Cambio de Referencia (TCR) y sobre todo conservan ese bienestar de los receptores, según un análisis de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Las familias receptoras tienen un mejor nivel de vida gracias a las remesas.
El descenso temporal en el ingreso de remesas familiares, hasta el pasado 22 de febrero, se puede considerar como normal, tomando en cuenta que las economías tienen ciclos de alzas y bajas.
El 80 por ciento de las remesas provienen de los Estados Unidos una economía que se mantiene estable en crecimiento con proyecciones que no son alarmantes, expuso el jefe de la Facultad de Economía de la UNAH, Henry Rodríguez.
La manutención de las familias receptoras predomina en el destino de las remesas familiares.
CONSUMO
Por el lado de la migración, cada vez más hondureños salen del país y cuando consiguen empleo, empiezan a mandar dólares, recuperando los niveles proyectados, que para este año se estima un incremento con relación al 2023, superando los 9,500 millones de dólares a finales del 2024.
“Dependemos mucho de los Estados Unidos, se dice que ya tenemos cerca de 2 millones de hondureños viviendo allá, los migrantes son la esperanza en remesas para el sustento del consumo y las reservas internacionales” agregó Rodríguez.
“Los datos establecen que un alto porcentaje de las remesas, que pudiera superar un 90 por ciento, se destina para el consumo. Las familias receptoras no trabajan, dependen de estos dólares y todo el dinero que reciben sirve para el sustento diario, para la educación de los hijos, y muy poco para inversión y ahorro”, concluyó el analista económico.
Fuente: La Tribuna.