Tiempo de lectura estimado: 7 minutos
Panamá. Políticos, ciudadanos y especialistas coinciden en que el discurso del presidente electo, José Raúl Mulino, fue correcto, aunque todavía quedan muchas interrogantes en el aire
El discurso del presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, durante su proclamación, el pasado 9 de mayo, fue bien recibido por la clase política panameña. “Escuché un discurso que tiende puentes y eso me parece sano y necesario en momentos críticos”, dijo el diputado Juan Diego Vásquez, líder de la coalición Vamos, en sus redes sociales.
El exministro de Seguridad dejó de lado el tono autoritario que mostró durante su aparición tras la victoria del 5 de mayo, para dar paso a unas palabras sosegadas, conciliadoras y firmes, que le valieron el respeto de parte de sus adversarios políticos. “Muy buen discurso del presidente electo. Tender puentes, reconocer el mensaje de cambio que envió la población, poner alto al derroche de fondos públicos, atender los problemas básicos de los panameños, generar empleos”, mencionó Rómulo Roux, presidente de Cambio Democrático, a través de X.
Las palabras del político experimentado fueron vistas por el politólogo Antonio Sanmartín, como “auténticas, conciliadoras y de consenso”. “Ya se está viendo como presidente de todos los panameños, por eso es bueno que vaya en dirección al consenso”, dijo a este medio.
Mulino empezó reconociendo que el país había iniciado un proceso de renovación política, tras la conquista de los candidatos por la libre postulación, principalmente representados por la coalición Vamos, en la Asamblea Nacional y los gobiernos locales.
“Soy el último viejo que queda en la lista, porque de aquí en adelante le tocará a esa juventud motivarse a participar y ganar en democracia”, indicó. Además subrayó que considera al diputado Vásquez, el principal líder de la oposición nacional.
El sociólogo Enoch Adames explicó a La Estrella de Panamá que el país pasa por una crisis muy seria en el orden político, reflejada en la cultura política de nación y en el sistema de partidos políticos. “El panameño ha cambiado su forma de entender la intención electoral”, valoró.
Sanmartín alegó que el esquema moderno de la política nacional “dejó atrás” a los partidos políticos tradicionales. “Estamos en una nueva era y los partidos políticos están desfasados, porque la movilización ciudadana ya no responde a la movilización de estructuras [que fue la base de la campaña de los candidatos partidistas] y terminó sin dar resultados”, analizó.
Y dentro de ese contexto, el mandatario electo comentó –frente a decenas de invitados en el teatro Anayansi– que el hecho de que la bancada “independiente” sea la mayoritaria en la Asamblea debe “enviar un mensaje claro” a los políticos en Panamá: “¡Hay que hacer las cosas, entendiendo que todo tiene su final!”.
Esto no quiere decir que los partidos políticos no tengan un rol importante que cumplir durante el próximo período presidencial. “La bancada independiente será la bancada más grande (20 diputados), pero lo más probable es que los diputados de Realizando Metas (14) se terminen uniendo a los del Partido Revolucionario Democrático (13) para hacer mayoría”, indicó Sanmartín.
Dando por sentado que el partido Movimiento Otro Camino (3 diputados) apoyará a los diputados de libre postulación, todo queda en la capacidad del próximo gobierno de negociar con el panameñismo (8 diputados) y Cambio Democrático (8 diputados). “Pase lo que pase el gobierno va a tener que lograr mayorías, al momento de tomar cada decisión”, alegó.
Adames comentó que, aunque Mulino haya dicho que el país inició su “renovación política”, la realidad es que todavía sigue estando fundamentado sobre un sistema de partidos políticos. “Que la libre postulación haya ocupado 20 escaños en la Asamblea no altera el régimen de partidos”, destacó.
De allí que sea necesario que las candidaturas “independientes” se organicen. “Cada uno de esos 20 jóvenes viene con proyectos políticos personales, allí no hay una estructura programática común, más allá de un ideal de país que no necesariamente se va a traducir en leyes y eso puede ser un problema”, valoró.
Durante el discurso, Mulino aseguró que enfrentará los múltiples desafíos que tiene la Caja de Seguro Social (CSS). “Trataré de construir un mínimo de consenso, antes de enviar el proyecto de ley que presentará el Ejecutivo a la Asamblea, lo más pronto posible, pero, previamente, le informaré al país la situación completa de las finanzas de la CSS”, mencionó.
Se trata de un tema que, a juicio de Adames, pondrá a prueba la capacidad del futuro presidente de llegar a acuerdos comunes, “la realidad es que el 66% de la población no votó por él. El tema de la CSS va a generar polarización y no sé si va a poder llegar a la conciliación entre posturas que están tan enfrentadas”, destacó.
Sanmartín cree que lo difícil de este tema es que “el pueblo no quiere escuchar que tiene que hacer sacrificios, porque todo el problema de la CSS no es culpa de los ciudadanos, sino del mal desempeño de los gobiernos y de la empresa privada. Va a ser muy injusto que la población termine pagando por algo que no fue su responsabilidad, pero pareciera que para salvar la CSS hay que afectar al pueblo”, lamentó.
Mulino también hizo referencia al tema del cierre de la mina, justificando que, bajo su juicio, es vital que se vuelva a abrir para ir cerrándola con los ingresos que genere. “Ese tema es controvertido, por eso le va a tocar tener una muy buena comunicación para que las personas puedan entender que es un paso que se tiene que dar si queremos que todo termine de forma correcta”, resaltó.
Para que el nuevo presidente logre avanzar sobre estos y otros temas polémicos, el politólogo piensa que será fundamental que el presidente tenga el carácter y la voluntad para tomar decisiones difíciles. “Necesitamos regresar al orden, porque los últimos años han sido caóticos”, valoró.
El especialista indicó que esto no se traduce en “actuar con prepotencia” porque para llegar al consenso será necesario que se actúe con transparencia. “Su gobierno será muy difícil si se ve salpicado por actos de corrupción o si comienza a ocultar información a la prensa, porque la estabilidad de su gobernanza depende de eso”, puntualizó.
En cuanto al tema migratorio, el exministro de Seguridad aseguró que tomará decisiones determinantes. “La odisea de Darién no tiene razón de ser, eso no es una ruta de tránsito, es nuestra frontera”, puntualizó, a la par de destacar el proceso de repatriación que se efectuará una vez llegue al cargo.
“Lo haremos con todo el apego a los derechos humanos, pero deben saber que todo el que llegue, será devuelto a su país de origen. Confío en que este país volverá a ser seguro, porque sé cómo hacerlo, ya lo hice y lo volveré a hacer”, acotó Mulino.
El gobernante electo adelantó a Panamá en Directo que se reunirá en las próximas semanas con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para abordar el tema migratorio.
En este aspecto, Sanmartín considera que aunque es una decisión difícil, es necesario hacerlo. “Si no se efectúa, en dos o tres años tendremos un grave problema socioeconómico, porque, aunque no son muchos, no se puede negar que parte de los migrantes terminen cometiendo delitos”,
“Los problemas que tenemos en el país ya son lo suficientemente grandes para los nacionales, como para que tengamos que sumar a los migrantes. Sé que es difícil, pero tenemos que garantizar el bienestar de los panameños”, agregó.
Adames cree que esta decisión de cerrar Darién va a complacer mucho a la política de Estados Unidos. “El Gobierno norteamericano no quiere que eso siga, lo que hace que su visión sea afín con la de Mulino”, detalló.
Sobre el liderazgo de Mulino, Sanmartín lo cataloga como distinto al del gobierno actual. “Él viene de la empresa privada y está acostumbrado a tomar decisiones rápidas, porque sabe que si el pueblo no siente que hay proyectos grandes, que dinamizan la economía, va a determinar que su propuesta era falsa”, reflexionó. “Creo que en los primeros meses van a haber cambios, porque si no lo consigue, le van a pasar factura dentro de su electorado”, concluyó.