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Panamá. El expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, habló en exclusiva con La Estrella de Panamá. Contó cómo se ‘engavetó’ la invitación que le hizo el presidente, José Raúl Mulino, a su toma de posesión; a la vez que opinó sobre las relaciones entre ambas naciones y la crisis migratoria.
Las relaciones entre Panamá y Colombia han estado repletas de peculiaridades insospechadas desde que Gustavo Petro asumió la presidencia del país sudamericano. El incidente más reciente involucró al expresidente colombiano, Andrés Pastrana (1998-2002); que divulgó este 9 de julio una carta donde se quejaba con la Cancillería de ese país por hacerle llegar a destiempo una invitación a la toma de posesión de José Raúl Mulino.
La suspicacia del expresidente sobre la presunta omisión intencional de la invitación yace, entre varios motivos, por las dos demandas que Petro ha interpuesto en su contra, una por acoso judicial y otra por calumnia e injuria. ‘’Yo estoy demandado penal y civilmente por el presidente Petro, simplemente por opinar en contra de su gobierno’’, explicó al ser consultado por La Estrella de Panamá.
De acuerdo a Pastrana, el 22 de mayo el director de protocolo encargado de la Cancillería de Panamá remitió la invitación al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. No fue hasta el 28 de junio que recibió la misiva, dos días antes de la toma de posesión. ‘’Es obvio que se retuvo la invitación con el propósito de impedirme participar en la posesión del presidente de Panamá. Como le digo al canciller de Colombia, es una actitud tan poco elegante como poco democrática’’, manifestó.
Además, señaló que la posición del Gobierno colombiano es ‘perseguir políticamente’ a los opositores, llegando hasta los pequeños detalles, como la invitación de un expresidente a una toma de posesión. Para Pastrana es extraño que tratándose de la toma de posesión de Mulino, ‘’que no creo que sea de las tesis más cercanas al presidente Petro’’, la invitación pasará inadvertida; sobre todo tratándose de Panamá, un país que catalogó como ‘amigo’.
Diplomacia y crisis migratoria
La relación de acostumbrada cordialidad entre ambas naciones se ha visto opacada desde que Gustavo Petro asumió la presidencia. Esto ha sido acompañado de confusas declaraciones, desde la del excanciller Leyva, al llamar ‘departamento’ a Panamá en 2023, como las constantes alusiones del presidente Petro a la otrora ‘Gran Colombia’, previo a la separación de Panamá.
Pastrana recordó que ‘siempre hubo un diálogo muy cercano y bilateral con el Gobierno panameño’ durante su administración, particularmente para la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares. Lamentó la demora del Gobierno colombiano para dialogar y opinar sobre la crisis migratoria. ‘’El presidente Mulino ha tomado ya una decisión y el presidente Petro no ha opinado absolutamente nada. Hoy va a haber una crisis migratoria por el cierre de la frontera, ya que el presidente Petro no ha tomado ninguna decisión. Debería solucionarse como siempre ha sucedido, a través del contacto con los gobiernos panameños’’, sentenció.
El drama migratorio en el tapón del Darién, que involucra a múltiples países de la región, ha llegado a un punto crítico. Hasta casi la mitad del año 2024, más de 170 mil migrantes cruzaron la selva, un incremento del 2% en el tráfico respecto al mismo periodo el año pasado. Para Pastrana la solución debe ser entre cuatro partes: Colombia, Panamá, Venezuela y Estados Unidos, pero esto se ve dificultado por la ‘narcodictadura’ que sufren los venezolanos. “Entre 2 y 3 millones de venezolanos cruzan Colombia para llegar a Estados Unidos (…). La gente se está yendo por el narcodictador’’, señaló.
Las relaciones entre los cuatro países no pasan por su momento más cohesivo, por lo que la vía de diálogo tripartita entre Estados Unidos, Colombia y Panamá sería la apuesta del expresidente para solventar la crisis. Pastrana recordó con añoro que la política de estado de Colombia, respecto al exterior, siempre había sido de consenso, por lo que instó al Gobierno colombiano a volver a ella ante la tragedia migratoria que se impone.
Para el exmandatario fue ‘vergonzoso’ no asistir a la toma de posesión. “Queda muy mal uno personalmente’, señaló con jocosidad.
Pastrana fue uno de los 20 expresidentes latinoamericanos que apoyaron un comunicado de respaldo al presidente Mulino, cuando corría el riesgo de ser inhabilitado como candidato presidencial previo a las elecciones de 2024.