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Panamá. Aunque el desperdicio y la pérdida de alimentos representa un reto para Panamá y el resto de América Latina, el país no cuenta con estadísticas actuales que ayuden a las autoridades y organizaciones internacionales a dibujar una hoja de ruta en cuanto a esta problemática.
Todo lo que se conoce es que mientras un 8 % de la población panameña se acuesta sin comer, toneladas de comida van a la basura a diario. Las últimas estadísticas, presentadas en el Plan de Acción de Desecho de Alimentos, de la Alcaldía de Panamá, publicado en 2016, hablan de pérdidas de hasta 144 toneladas de comida a diario y 335 toneladas al año.
De acuerdo con Daniela Idarraga, consultora en pérdidas y desperdicios de alimentos y economía circular para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), incluso desde entidades como estas existe una necesidad de generación de datos al respecto, pero rescata que el 60 % de los residuos alimenticios en Panamá proviene de los hogares.
Las comidas que más son desperdiciadas generalmente incluyen alimentos como los cereales, las frutas y las verduras, grupos que son vehículo clave para una nutrición balanceada y el desarrollo humano.
En contraste, un 5.3% de la población panameña está subalimentada, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), y uno de cada seis niños menores de cinco años sufre de desnutrición crónica en el país, cifra que asciende a 39 % en las zonas con población indígena, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Es clave identificar nuestro rol en el sistema agroalimentario y ejercer responsabilidad desde el rol que nos acoge; para eso necesitamos información y un ambiente adecuado que nos propicie hacia mejores prácticas de producción, prácticas de consumo y demás”, destacó Idarraga a La Estrella de Panamá.
Por su parte, el Banco de Alimentos de Panamá lleva diez años en el país intentando reducir la brecha entre el desperdicio de alimentos y la hambruna en el país, a través del apoyo a más de 400 organizaciones con las que trabajan en alianza para procurar que menos personas se acuesten a dormir sin tener una alimentación adecuada.
Durante sus diez años de operación, el Banco de Alimentos ha logrado rescatar y distribuir más de 19 millones de kilos de alimentos a más de 400.000 personas, con más de 57 millones de platos de comida.
Esta entidad pronto expandirá su alcance al interior del país, con una sucursal en Divisa, Herrera, a partir del próximo año, lo que les permitirá tener alcance en el sector productor para prevenir la pérdida de alimentos en las primeras etapas de la cadena alimenticia.
A propósito de sus 10 años como organización, el Banco de Alimentos también presentó el congreso Avanzando Hacia un Panamá con Hambre Cero, en el cual especialistas nacionales e internacionales en temas de nutrición, educación alimentaria, salud y sostenibilidad hablaron sobre la situación actual del desperdicio de comida.
El evento culminó con un llamado a la acción para seguir fomentando la colaboración entre sectores público, privado y organizaciones civiles. De esta manera se podrá seguir avanzando en la meta de cero hambre.