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Panamá. El mandatario afirmó en su conferencia matutina de los jueves que él fue quien le pidió al canciller que se reuniera con la embajadora
El presidente, José Raúl Mulino, aceptó la mañana de este jueves 12 de diciembre que las reuniones políticas que efectúa el exmandatario Ricardo Martinelli en la Embajada de Nicaragua sí representan una molestia y preocupación para su gobierno.
Mulino recalcó que él espera que la Embajada de Nicaragua en Panamá entienda a su administración.
Además, dijo que era la primera advertencia que le hacía a Nicaragua sobre las reuniones que hace Martinelli en la legación, ubicada en La Alameda.
Mulino contestó de esta manera al ser cuestionado sobre la reunión que sostuvo el canciller Javier Martínez-Acha con la embajadora de Nicaragua en Panamá, Consuelo Sandoval Meza, para reclamarle por las reuniones políticas que efectúa Martinelli, quien se encuentra asilado en esa legación desde el pasado 7 de febrero.
El mandatario afirmó en su conferencia matutina de los jueves que él fue quien le pidió al canciller que se reuniera con la embajadora.
“Esa no fue una decisión del canciller, la pedí yo para poner un poco de orden y se cumpla con los convenios internacionales de asilo”, dijo.
Añadió que “no transformemos ni a esa ni a otra embajada en un centro político y de actividad político-partidista”.
Al ser consultado en si insisten en esas reuniones, Mulino respondió que “esperamos que pase, entonces actuamos”.
Sobre la posibilidad de acciones más estrictas, declaró que esa era su primera decisión que se ha tomado. “En el lenguaje diplomático, cuando tú llamas a un embajador a la Cancillería es porque el tema es serio.
Insistió que es un tema serio y que no se puede permitir, “tan sencillo como eso”.
Al ser consultado por La Estrella de Panamá sobre el salvoconducto para Martinelli, dijo que aún no se ha tomado una decisión sobre el tema.