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Panamá. Desde el pasado 1 de julio, cuando las autoridades panameñas cercaron la frontera con Colombia y habilitaron un corredor humanitario para el paso de migrantes, la Dirección de Migración ha contado 7,245 personas que ingresaron a Panamá por la selva de Darién
Desde que la administración de José Raúl Mulino impuso nuevos controles al paso de migrantes, la Dirección de Migración de Panamá registró el ingreso de 7,245 migrantes irregulares a través de la selva del Darién, que divide a Colombia y Panamá.
Todos tienen un objetivo: llegar a Estados Unidos o Canadá en busca de mejores oportunidades laborales, resguardarse de la violencia en sus países de origen o mejorar la calidad de vida. Migración dijo que este martes ingresaron 886 viajeros, que forman parte de los 208,308 migrantes que han entrado a Panamá en 2024. Como punto de referencia en julio de 2023 cruzaron el Darién 55,387 migrantes. El año pasado se alcanzaron cifras récord en el tránsito. A mitad del año ya habían pasado por la selva 196,421 y a finales se contaron 520,085 interesados en cumplir su sueño americano.
Entre las nacionalidades que dominan están los venezolanos, un país a punto de celebrar elecciones presidenciales que podrían marcar un hito entre el éxodo o la preferencia de sus nacionales para permanecer en el país. Le siguen los colombianos, ecuatorianos, chinos y de diferentes islas del Caribe. Ayer también se desplazaron en cinco buses 268 migrantes rumbo a ciudad Neily, Costa Rica, como parte del acuerdo que mantienen Panamá y el país vecino para continuar la ruta hacia el norte.
El ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, confirmó que se cerraron entre cuatro y cinco pasos por donde ingresaban migrantes irregulares a Panamá, conducidos por “coyotes”, desde Colombia. El titular señaló que el propósito es disminuir la cantidad de migrantes que transitan irregularmente por la selva de Darién, y habilitar un corredor humanitario vigilado por uniformados para evitar que los migrantes sean asaltados, hurtados o violados en el camino.
“Lo que hemos tratado de establecer, precisamente para el respeto de los derechos humanos y garantizar su vida, fue la creación de un paso humanitario, que inicia en Cañas Blanca, sigue por el Río Tuqueza, pasa por Bajo Chiquito y llega a la población de Lajas Blancas, donde son atendidos por organismos como Cruz Roja Internacional, Cruz Roja Nacional, Unicef, Acnur y otros”, explicó. De esta forma permite que las patrullas del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), a lo largo de este corredor humanitario, mantengan la seguridad y combatan efectivamente a las personas, quienes tratan de cometer delitos contra los migrantes.
Añadió que la vigilancia en este sector es constante, a través de patrullas de las Fuerzas Especiales del Senafront por el área, específicamente desde Caña Blanca, en la frontera con Colombia, hasta el puesto de Lajas, donde toman el bus que los lleva hasta Ciudad Neily, Costa Rica.
Uno de los graves inconvenientes que han tenido las autoridades panameñas, es que muchos de estos migrantes no mantienen documentos de identidad personal, por lo que se ha tenido que recurrir a sus huellas dactilares – oculares y se logró detectar hasta 3 mil personas vinculadas a distintos delitos.
Por otra parte, ayer el gobierno de Joe Biden expandió su política de restricción de visas basadas en la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que restringe la emisión de visas a personas que faciliten la migración irregular a Estados Unidos y lucren con la explotación de migrantes vulnerables.” La política está dirigida a altos funcionarios de empresas que prestan servicios de transporte chárter por vía aérea, marítima o terrestre y ahora también se aplicará a altos funcionarios de agencias de viajes y operadores turísticos”, se lee en un comunicado.
La medida es contra “ejecutivos inescrupulosos del sector de transporte como parte de nuestra campaña más general para eliminar las prácticas de explotación en el hemisferio occidental y más allá de este, en colaboración con socios en el gobierno y en el sector privado”, se lee en un comunicado emitido por la embajada de Estados Unidos en Panamá. Esto se aplica a contrabandistas, empresas privadas, funcionarios públicos o cualquier otro actor.
Panamá y Estados Unidos suscribieron un Memorando de Entendimiento que permite la repatriación de los migrantes irregulares que no logren justificar su estadía en Panamá, también abarca a las personas indocumentadas que atraviesen la selva del Darién, y la deportación de aquellos con antecedentes criminales. Los vuelos o pasajes limitados serán financiados por Estados Unidos.
El Ministro Ábrego indicó, que en los próximos días, se coordinará con países vecinos la repatriación de migrantes irregulares, luego de una serie de reuniones sobre el tema.