La llamada “hora de oro” -los primeros 60 minutos posteriores a un accidente cerebrovascular- es clave, ya que los médicos tienen una mayor oportunidad de restablecer el flujo sanguíneo y salvar el valioso tejido cerebral.
Según la Organización Mundial sobre Accidentes Cerebrovasculares (WSO, por sus siglas en inglés), a nivel global, 1 de cada 4 adultos mayores de 25 años tiene probabilidad de ser víctima de una emergencia neurovascular. Estas afectaciones a la salud, cuando no se atienden oportunamente, constituyen la segunda causa de muerte y la tercera causa de discapacidad en el mundo.
Por esa razón, las nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) en la atención de accidentes cerebrovasculares pueden considerarse revolucionarias. El Dr. Robert Wicks, co-director de cirugía cerebrovascular en el Baptist Health Miami Neuroscience Institute, destaca la manera en que plataformas como VizAI dan la posibilidad a los médicos de obtener información crítica en segundos.
«La atención de los accidentes cerebrovasculares es una carrera contra el tiempo, donde cada segundo perdido podría significar un daño irreversible al cerebro. Con plataformas de IA como VizAI los médicos podemos evaluar el daño cerebral de forma remota, lo que nos permite tomar decisiones rápidas sobre la intervención del paciente independientemente de nuestra ubicación física. Esta capacidad es invaluable para garantizar un tratamiento oportuno y eficaz para los pacientes con accidente cerebrovascular», puntualiza el Dr. Wicks.
En los primeros 60 minutos posteriores a una emergencia neurovascular, los especialistas tienen una mayor oportunidad de restablecer el flujo sanguíneo y salvar el valioso tejido cerebral. En este contexto, el rol de la inteligencia artificial es mejorar la comunicación del equipo, analizar datos de imágenes médicas y proporcionar evaluaciones automatizadas en tiempo real, utilizando algoritmos aprobados por la FDA.
La capacidad de la tecnología IA para resumir grandes cantidades de información en tiempo récord está cambiando la forma en que los expertos abordan esta urgente situación médica. Sin embargo, el Dr. Wicks enfatiza que la experiencia clínica sigue siendo esencial para complementar estos avances tecnológicos.
«Si bien la tecnología de inteligencia artificial ofrece información valiosa y acelera nuestro proceso de toma de decisiones, es importante reconocer que no reemplaza la experiencia clínica para la interpretación de datos complejos y la toma de decisiones informadas. El juicio clínico y la experiencia desempeñan un papel crucial a la hora de complementar los conocimientos de la IA y garantizar los mejores resultados posibles para los pacientes con accidente cerebrovascular», resalta el especialista.
Mientras la inteligencia artificial y el manejo médico de esta tecnología sigue transformando la forma en que se aborda el diagnóstico y manejo de emergencia neurovasculares, vale la pena recordar que los principales factores de riesgo según la Organización Mundial en la materia son: la hipertensión arterial, una mala dieta, un elevado índice de masa corporal, altos niveles de glucosa en ayunas, la contaminación atmosférica, el fumado, el colesterol LDL alto, la disfunción renal, el consumo de alcohol y la baja actividad física.
Fuente. Baptist Health Miami Neuroscience Institute