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La canciller Janaina Tewaney explicó a ‘La Decana’ que esta es la primera vez, en mucho tiempo, que el país está intentando activamente llegar a formar parte de la agrupación
Panamá está buscando que los gobiernos mundiales le den un “voto de confianza” para formar parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), para el periodo 2025-2026, dijo la ministra de Relaciones Exteriores (Mire), Janaina Tewaney, a La Estrella de Panamá.
“Buscamos que el país tenga, de nueva cuenta, una silla en esa agrupación de 15 países, que debaten sobre paz y seguridad mundial”, indicó.
Desde la década de 1950, la nación ha formado parte de este grupo en cinco ocasiones, siendo la más reciente en el periodo de 2007 a 2008. “Las dos últimas veces que hemos formado parte del consejo no ha sido algo buscado, sino por rebote. En esta ocasión sí estamos aspirando a ello”, resaltó.
La titular del Mire indicó que el ingreso a este bloque permitiría contribuir al rompimiento de la “sexta frontera” que atraviesa el país. Este concepto hace referencia a las “desigualdades estructurales internas que permanecen en la nación y que obstruyen la cohesión nacional y, por ende, limitan nuestra presencia internacional efectiva”, explica el documento ‘Una política exterior para el Panamá 3.0’, que publicó la cancillería a principios de este año.
“Panamá busca un rol activo como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para contribuir en el rompimiento de la sexta frontera y la desigualdad a través del tema alimentario, energético y la inteligencia artificial”, justificó la funcionaria.
Se trata de una aspiración que la ministra reconoce como un reto “estar en el Consejo de Seguridad implica que necesitamos ampliar nuestro personal en la ONU y que contemos con la capacidad de entender el mundo de forma adecuada”, ponderó.
Para conseguir este objetivo, Tewaney alegó que está en un proceso de “campaña” que le permita a la nación obtener los votos necesarios. “Yo estoy vendiendo la imagen del país ante otras naciones, al explicarles por qué deben votar por nosotros”, dijo.
Es por eso que Panamá ve un aliado valioso en el continente africano. “África cuenta con 55 votos y normalmente vota en bloque, entonces es muy importante”, relató.
Las elecciones para el Consejo de Seguridad se llevarán a cabo a principios de junio y la ministra se muestra optimista en que se obtengan los votos necesarios. “Yo no sé lo que va a pasar en esas elecciones, pero creo que podemos obtener muchos votos”, remarcó.
Los países que desean ingresar en el consejo deben obtener un mínimo de 121 votos, una cifra que Panamá considera que puede superar. “Nosotros esperamos conseguir muchísimos más y estamos trabajando para eso”, valoró.
Al ser cuestionada sobre el motivo por el cual los países deberían votar por Panamá, la ministra destacó que el país se ha caracterizado por tener un balance en la región. “Nosotros siempre hemos buscado que nuestras relaciones sean balanceadas y eso se debe mantener”, puntualizó.
“A nosotros no nos conviene pelearnos con otros países, porque nuestra identidad como territorio siempre ha estado vinculada a ser un centro de conectividad y eso nos ha hecho ser un interlocutor orgánico con el mundo. En toda la región no existe un país que tenga una conexión global como la nuestra y eso nos hace aptos para el cargo”, agregó.
Es por eso que Tewaney cree que este territorio tiene mucho que aportar en materia de seguridad y paz al mundo.
En ese sentido, se están desarrollando relaciones con países del Caribe, como Barbados, los cuales pueden servir como un puente para fortalecer los vínculos de Panamá con África y el Caribe.
“La presencia afro en Panamá es una presencia afrocaribeña y el Caribe puede ser un nexo entre ambos lados”, analizó. Aun así, Tewaney considera que “las relaciones con otros territorios no se pueden limitar a una votación, porque significa que los estás utilizando”.
Según la funcionaria, Panamá no oculta su interés de conseguir el respaldo del bloque africano ante la ONU, pero no significa que ambos lados no tengan mucho que aportarse a nivel cultural, económico y social. “La complementariedad cultural y económica de ambas zonas representa una oportunidad única, y es algo que se debe aprovechar”, concluyó.