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Guatemala. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo el viernes que la democracia en Guatemala «sigue en peligro», a pesar de que finalmente asumió la presidencia este año el candidato que ganó en las urnas, Bernardo Arévalo, tras una grave crisis pre y postelectoral.
Guatemala vivió en 2023 uno de los procesos electorales más tensos de su historia reciente, luego de que el Ministerio Público intentara invalidar los resultados de los comicios, tratando de que Arévalo no pudiera ser investido mandatario.
«Como me dijo un defensor de derechos humanos con el que me reuní: ‘La democracia sigue en peligro. Debemos hacer todo lo necesario para cambiar el status quo’. Concuerdo totalmente con esta evaluación», afirmó Türk en una conferencia de prensa en la capital guatemalteca, tras concluir una visita al país.
Türk, que esta semana se reunió con Arévalo, representantes de la sociedad civil, líderes indígenas y empresarios, afirmó que para él era una «prioridad» apoyar al país en su empeño por fortalecer el sistema democrático, en medio de fuertes choques del Poder Ejecutivo con el legislativo y el judicial.
«Para que un Estado funcione, los tres poderes deben trabajar en consonancia. Y por ahora, eso no está ocurriendo. La polarización entre los estamentos institucionales es enorme. La opinión pública está muy fragmentada. Los niveles de corrupción siguen siendo muy elevados», agregó.
Desde que tomó posesión del cargo en enero, Arévalo ha perdido varias batallas en el Congreso, donde solo cuenta con el respaldo de 23 de 160 diputados, al no lograr la aprobación de varias leyes, como una para ampliar el presupuesto nacional y otras para declarar emergencias por lluvias.
El mandatario, que ha contado con el respaldo mayoritario de la comunidad internacional, ha pedido sin éxito la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, que se ha negado a entrevistarse con él y que lideró las acciones legales contra su partido, Semilla, para evitar que formara gobierno.
En 2021 y 2022, Porras fue sancionada por Estados Unidos e incluida en la lista de actores corruptos y antidemocráticos de ese país. La Unión Europea, Canadá y otras naciones también han prohibido el ingreso de la fiscal general por sus intentos de «socavar la democracia» en Guatemala.