Jennifer López rompe el silencio sobre su divorcio: “Fue como si todo mi maldito mundo explotara”. El 20 de agosto, Jennifer Lopez solicitó el divorcio de Ben Affleck después de dos años de matrimonio. Más de un mes después, la cantante ha roto el silencio sobre el complicado verano que enfrentó tras su separación. La actriz explicó en una entrevista con Nikki Glaser para Interview Magazine cómo su vida aparentemente se desmoronó después del estreno de ‘This is Me… Now: A Love Story’ en febrero. “Sentí como, vaya, llegué aquí. Estoy bien. Hice todo el trabajo y mira dónde estoy, y luego fue como si todo mi maldito mundo explotara”, contó. “Hay momentos en los que pensé que lo había resuelto, y luego la vida me dice: ‘Te enviaremos otra cosa y veremos si caes en la trampa. Veamos si realmente has aprendido esa lección’. Y no había sido así”, agregó JLo. Jennifer Lopez, después de la separación: “Estar en una relación no me define”. Lopez también ahondó en el proceso para superar los momentos difíciles y las lecciones que te da la vida: “Cuando llegas a un punto en el que crees que has aprendido las lecciones, y luego te explota en la cara otra vez, te das cuenta de que: ‘Bueno, no lo he aprendido, así que ¿qué es lo que necesito analizar ahora mismo?’. Yo diría que nunca dejes de mirar hacia dentro, porque es muy fácil culpar a los demás”. “Tienes que estar completo, si quieres algo más completo. Tienes que ser bueno por ti mismo. Pensé que lo había aprendido, pero no fue así. Y luego, este verano, tuve que decir: “Necesito irme y estar sola. Quiero demostrarme a mí mismo que puedo hacerlo”, agregó. También admitió que dicho proceso es complicado: “Me siento sola, extraña, asustada. Me siento triste. Me siento desesperada. Pero cuando me siento así y pienso: ‘Estas cosas no me van a matar’, siento que soy capaz de ser feliz y alegre por mí misma. Estar en una relación no me define. No puedo buscar la felicidad en otras personas. Tengo que tener la felicidad dentro de mí. Solía decir que era una persona feliz, pero seguía buscando algo que alguien más pudiera llenar, y me decía: “No, en realidad soy suficiente”.