Para muchos médicos e investigadores, la inmunoterapia, que utiliza el propio sistema inmunitario de la persona para identificar y atacar las células cancerosas, es la mejor y la siguiente frontera del tratamiento contra el cáncer. La terapia con células CAR-T, es un tipo de inmunoterapia; ocasionalmente comparada con una «droga inteligente» o una «droga viva», la cual se basa en células inmunitarias genéticamente modificadas, para reconocer y destruir las células cancerosas.
Como toda inmunoterapia, se aprovecha el poder del sistema inmunitario en este caso, utilizando y modificando las células T del organismo. Como parte importante del sistema inmunitario, son un tipo de glóbulo blanco que ayuda a defender al cuerpo contra las infecciones y se cree que combate el cáncer.
El experto, PhD Richard Vile, inmunólogo e investigador del cáncer de Mayo Clinic, explica cómo funciona la terapia con células CAR-T, incluyendo los beneficios, riesgos y realidades del tratamiento.
“El Santo Grial de todas las terapias contra el cáncer a lo largo de los años ha sido desarrollar un tratamiento que se dirija solo a las células cancerosas y no a las células normales o sanas», indica el Dr. Vile. “Una de las razones por las que la quimioterapia puede ser tan tóxica y desagradable es que, en raras ocasiones, es altamente selectiva para las células cancerosas y, como resultado, puede dañar las otras células. La terapia con células CAR-T, en teoría, mata solo las células cancerosas, lo que hace que el tratamiento sea mucho más amigable para el cuerpo”.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la terapia con células CAR-T para diversas condiciones, incluyendo diferentes tipos de linfoma de células B algunas formas de leucemia y mieloma. Se están realizando investigaciones en Mayo Clinic para explorar el potencial del CAR-T para tratar enfermedades además del cáncer.
Modificación genética contra el cáncer
A lo largo de la última década, la investigación centrada en la inmunoterapia se ha expandido y los resultados apuntan a ser prometedores y menos agotadores. Algunos tratamientos que se centran en el sistema inmunitario, por ejemplo, reducen o eliminan los tumores — incluso en personas con cáncer avanzado
Para preparar estas células para el tratamiento dirigido contra el cáncer, las células T se recolectan del cuerpo — generalmente a través de análisis de sangre — y se tratan genéticamente en el laboratorio; durante este proceso, se modifican para producir receptores especiales llamados Receptores de Antígenos Quiméricos (CARs). Estos CARs alteran las células T de dos maneras importantes: la primera es que las células T pueden «ver» ciertos antígenos, llamados marcadores, en las células cancerosas por las que anteriormente estaban cegadas. La segunda es que los CARs activan la capacidad de las células T para matar las células cancerosas. A partir de ahí, millones de estas células modificadas se infunden nuevamente en el torrente sanguíneo.
En resumen, el Dr. Vile dice que la terapia con células CAR-T ofrece al sistema inmunitario una especie de capacidad de afinamiento sobre la detección de las células cancerosas que de otro modo no tendría.
En algunos casos, otros tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia a dosis bajas (LDC, por sus siglas en inglés), se usan junto con la terapia con células CAR-T; sin embargo, el proceso en general es complejo y requiere mucho tiempo. Solo el proceso de laboratorio puede tomar varias semanas para preparar las células CAR-T, aunque las personas no necesitan estar en el hospital durante este tiempo. También es posible que las personas manifiesten alguna reacción cuando las células CAR-T sean reinfundidas en el torrente sanguíneo. En caso de que el paciente tenga alguna reacción, puede ser necesario la realización de algún tratamiento hospitalario.
La terapia con células CAR-T aún no es efectiva para todos los tipos de cáncer. Este tipo de terapia es más efectiva para cánceres de la sangre, llamados cánceres hematológicos, donde los tumores tienden a estar muy extendidos en la sangre.
“En las personas, la terapia con células CAR-T ha sido extremadamente exitosa para los cánceres de la sangre, probablemente porque las células T están circulando en la sangre, al igual que las células cancerosas”, añade el Dr. Vile. “Los desafíos permanecen en el tratamiento de tumores sólidos, que crecen en un lugar específico, como en un órgano. Estos sitios tumorales han evolucionado para volverse extremadamente hostiles a las células inmunitarias”.
La terapia con células CAR-T ha sido un tratamiento eficaz para algunas formas de cáncer, especialmente para los cánceres recurrentes o difíciles de tratar. De hecho, un estudio encontró que el 18% de las personas con leucemia linfocítica crónica (LLC) en recaída y que no responden al tratamiento, presentaron remisión completa después de un solo tratamiento con la terapia con células CAR-T. Además, la terapia con células CAR-T tiene el potencial de mantener el cáncer en remisión durante muchos años.
Como la mayoría de las terapias contra el cáncer, la terapia con células CAR-T tiene efectos secundarios que pueden incluir:
●Efectos secundarios neurológicos notables, pero a menudo temporales, como confusión, convulsiones y dificultad para hablar o caminar.
●Condiciones sanguíneas temporales, como anemia y bajo recuento de plaquetas.
●Aumento del riesgo de infección, especialmente después de las primeras semanas de tratamiento.
●Síndrome de Liberación de Citocinas (SLC), una reacción grave del sistema inmunitario que puede provocar la muerte.
Científicos están trabajando para desarrollar métodos de próxima generación que reduzcan los efectos secundarios, disminuyan o incluso eliminen la recurrencia del cáncer y dirijan mejor los tratamientos para los cánceres de células B resistentes. Además, investigadores también se están enfocando seriamente en expandir el alcance de los objetivos del cáncer para incluir un mayor número de cánceres de la sangre, así como tumores sólidos.
«De hecho, la inmunoterapia ha avanzado mucho en los últimos años», afirma el Dr. Vile. «Creo que el tratamiento futuro con células CAR-T implicará la identificación de más de un solo antígeno en las células cancerosas para que los cánceres no puedan escapar de la terapia. Otro gran avance sería comprender cómo podemos colocar células CAR-T en las personas para que las células persistan y mantengan a las personas en remisión durante largos períodos de tiempo, eventualmente durante el resto de sus vidas.”
Quizás podría haber usos para la terapia con células CAR-T además del tratamiento contra el cáncer. Investigadores de Mayo Clinic están estudiando si la terapia con células CAR-T puede mejorar los tratamientos para las enfermedades autoinmunes, así como reducir los riesgos de rechazo de órganos en aquellos que reciben trasplantes de órganos.
Fuente. Mayo Clinic