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Centroamérica. El Fondo Monetario Internacional (FMI), culminó este martes la XVIII Conferencia Regional sobre Centroamérica, Panamá y la República Dominicana, realizada en San José, Costa Rica (29-30), donde se realizaron los análisis, estudios, perspectivas económicas y retos de cada uno de los países participantes.
En el foro participaron presidentes de los bancos centrales y ministros de Finanzas de los países centroamericanos y República Dominicana, así como altos funcionarios del FMI para analizar los programas y políticas financieras de cada país ligadas a los acuerdos individuales, ligados a toda la región.
Entre las conclusiones generales, en un resumen general; «El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que Centroamérica y República Dominicana experimentarán un crecimiento económico robusto durante 2024, por encima del promedio latinoamericano, e instó este martes a la región a trabajar en iniciativas para aumentar la productividad.
Para el caso, el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nigel Chalk, dijo en una conferencia de prensa posterior a la que la región registrará en 2024 un crecimiento promedio del 3,9 % y señaló como retos continuar avanzando en productividad y en la reducción de la deuda.
“Se prevé que el crecimiento regional se mantenga robusto en un 3,9 por ciento en 2024 -aproximadamente el doble que el de la región de América Latina y el Caribe- y que la inflación continúe su sendero descendente”, pero atendiendo políticas sólidas encaminadas a estabilizar la deuda pública y controlar la inflación, reforzando al mismo tiempo el apoyo social”, agregaron los expertos.
Durante el encuentro del FMI, se destacó los niveles de ingreso per cápita en Costa Rica, la República Dominicana y Panamá que “han convergido a niveles similares a los de Asia Oriental y Europa del Este”, mientras que en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua “la convergencia ha sido limitada, se dijo en el pronunciamiento oficial.
En este sentido, los expertos recomendaron implementar políticas que atraigan más inversión extranjera directa, incluidas reformas para impulsar la productividad y la participación laboral, para ampliar proactivamente los mercados externos y diversificar las exportaciones.
En el foro los participantes señalaron los desafíos que plantea el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales sobre la dinámica y el servicio de la deuda de la región y sus implicaciones adversas para la inversión en infraestructura y social.
Además, subrayaron “la necesidad de adoptar políticas que impulsen la productividad, entre otras cosas acelerando la inversión pública, aprovechando las nuevas reglas del sistema de comercio mundial y abordando las deficiencias respecto a las reformas estructurales».
En la conferencia también se dejó expresa la preocupación de que las perspectivas de crecimiento a medio plazo en América Latina “parezcan muy moderadas” en comparación con otras importantes economías de mercado emergentes, lo que “refleja el continuo y débil crecimiento de la productividad en la región».
Al término de la conferencia, el Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, y el Presidente del Banco Central de Costa Rica y Presidente del Consejo Monetario Centroamericano, Róger Madrigal López, emitieron la siguiente declaración.
“Los participantes coincidieron en que la economía mundial sigue siendo resiliente, con un crecimiento que se mantiene estable (proyectado en el 3,2 y el 3,3 por ciento en 2024 y 2025, respectivamente, pero con importantes divergencias entre países y regiones) y con una inflación que vuelve gradualmente al objetivo, aunque con un impulso cada vez más moderado.
En este contexto, los participantes reconocieron que los riesgos al alza para la inflación han aumentado las perspectivas de tipos de interés más altos por aún más tiempo, lo que a su vez podría incrementar los riesgos externos, fiscales y financieros en la región. Los participantes también expresaron su preocupación por el hecho de que las perspectivas de crecimiento a medio plazo en América Latina parezcan muy moderadas, especialmente en comparación con otras importantes economías de mercado emergentes, lo que refleja el continuo y débil crecimiento de la productividad en la región.
“Los participantes destacaron los buenos resultados recientes de CAPRD, que han superado al resto de América Latina y a otros mercados emergentes con un crecimiento más robusto -se prevé que en 2024 los niveles promedio del PIB real de CAPRD sean un 17 por ciento superiores a los de antes de la pandemia, frente al 9 por ciento de América Latina y el Caribe en su conjunto- y con una convergencia más rápida hacia los objetivos de inflación.
Los participantes atribuyeron estos resultados positivos a políticas sólidas encaminadas a estabilizar la deuda pública y controlar la inflación, reforzando al mismo tiempo el apoyo social. Se prevé que el crecimiento regional se mantenga robusto en un 3,9 por ciento en 2024 -aproximadamente el doble que el de la región de América Latina y el Caribe- y que la inflación continúe su sendero descendente.
Dicho esto, los participantes señalaron los retos que plantea el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales sobre la dinámica y el servicio de la deuda de la región, con implicaciones adversas para la inversión en infraestructura y social. Subrayaron la necesidad de adoptar políticas que impulsen la productividad, entre otras cosas acelerando la inversión pública, aprovechando las nuevas reglas del sistema de comercio mundial y abordando las deficiencias respecto a las reformas estructurales.
“Pasando a las sesiones temáticas, los participantes evaluaron la convergencia de los ingresos en CAPRD y los factores que explican las marcadas diferencias de crecimiento en la región.
Los participantes observaron que los niveles de ingreso per cápita en Costa Rica, la República Dominicana y Panamá han convergido a niveles similares a los de Asia Oriental y Europa del Este, mientras que en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua la convergencia ha sido limitada a pesar del crecimiento robusto.
Los participantes coincidieron en que estas diferencias pueden asociarse a una combinación de factores complejos, como la naturaleza de los flujos de la balanza de pagos, en particular la inversión extranjera directa frente a las remesas, la dotación de factores, el tamaño de los mercados nacionales y la estabilidad política.
Como muestra la experiencia de Costa Rica, los participantes subrayaron la necesidad de políticas que atraigan más inversión extranjera directa, incluidas reformas para impulsar la productividad y la participación laboral, para ampliar proactivamente los mercados externos y diversificar las exportaciones, y para reforzar la gobernanza y el clima empresarial. También coincidieron en la necesidad de hacer un uso más productivo de las remesas para apoyar la inversión.
En la segunda sesión temática, los participantes se centraron en las políticas monetarias y cambiarias de los bancos centrales y en su eficacia, especialmente en un contexto de grandes ingresos de dólares y una mayor incertidumbre macroeconómica. Los participantes intercambiaron opiniones sobre la experiencia en la región, incluida la decisiva respuesta del Banco Central de Costa Rica a los recientes choques inflacionarios.
También debatieron medidas para reforzar el papel de la política monetaria, incluido el fortalecimiento del sector financiero, el desarrollo de los mercados de divisas y de deuda interna, la inclusión financiera, la interacción con la política fiscal, y una comunicación proactiva. Los participantes compartieron la opinión de que, si bien las intervenciones cambiarias pueden apoyar la estabilidad del tipo de cambio a corto plazo, son costosas y pueden impedir los ajustes graduales de la política y la profundización de los mercados necesarios para absorber mayores flujos financieros que apoyen el desarrollo a largo plazo.
“La tercera sesión temática analizó las tendencias de la deuda pública en CAPRD y los factores que explican los mayores costos de financiación soberano en la región, en comparación con los mercados emergentes con grado de inversión (EM-IG). El aumento de la deuda pública en CAPRD, junto con los incrementos de los costos de financiamiento soberano desde la crisis financiera mundial, han dado lugar a mayores incrementos de los gastos por intereses que en los países EM-IG. Los participantes destacaron que la deuda pública y los déficits en CAPRD están por encima de los de los EM-IG, mientras que la recaudación de ingresos y la calidad de la gobernanza están por debajo de las de los EM-IG. Aunque las reservas también están por debajo de los niveles de los EM-IG, se reconoció que acumular más reservas cuando se considera que están en niveles adecuados podría resultar costoso.
Hubo consenso entre los participantes en que unos marcos de política fiscal sólidos y sostenibles, una mayor movilización de los ingresos, los avances en la mejora de la gobernanza y una comunicación adecuada de las intenciones de política económica deben seguir siendo prioridades clave de los responsables económicos para mejorar la calificación crediticia y el acceso a los mercados internacionales de capital en condiciones más favorables.
“Por último, en la única sesión abierta de la conferencia, en la que participaron representantes de la sociedad civil y periodistas, se debatió un nuevo libro del FMI sobre los retos y oportunidades del cambio climático en América Latina y el Caribe.
Los participantes aportaron sus puntos de vista sobre las opciones de política económica para la mitigación del cambio climático, la adaptación y la transición hacia una energía verde, con la opinión compartida de que se necesita una amplia gama de herramientas de mitigación, junto con enfoques integrales de adaptación dirigidos a crear resiliencia estructural y financiera. Los participantes insistieron en la necesidad de un financiamiento inicial procedente tanto de fuentes oficiales como del sector privado, combinado con reformas estructurales de apoyo, para alcanzar estos objetivos climáticos.
“Los participantes agradecieron al FMI y al Banco Central de Costa Rica el apoyo prestado en la organización del evento y subrayaron la importancia de mantener un diálogo franco y fluido sobre políticas entre la región, el FMI y otras partes interesadas clave. Los participantes expresaron su profundo agradecimiento a las autoridades costarricenses por su excelente hospitalidad.”, Por Honduras participaron representantes del BCH y de Finanzas, se confirmó.