Aproximadamente la mitad de la población mundial vive en zonas vulnerables a dengue, una infección viral potencialmente mortal transmitida a través de las picaduras de mosquitos infectados. No hay tratamiento, y solo las personas que ya han tenido dengue son elegibles para la vacuna. En esta oportunidad, la Dra. Stacey Rizza, especialista en enfermedades infecciosas de Mayo Clinic, comparte información importante sobre el dengue.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la incidencia mundial del dengue está aumentando. La región de las Américas tuvo un récord de más de 4,2 millones de casos nuevos el año pasado, liderado por Brasil con 2,9 millones; Perú con 271.279; y México con 244.511, según los datos presentados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La región tuvo 6.766 casos graves – liderados por Colombia con 1.504; Brasil, 1.474; y México, 1.316 – y 2.050 muertes, según la OPS.
Las personas que viven en zonas tropicales y subtropicales cálidas y húmedas son particularmente vulnerables al dengue.
«Es por eso por lo que se le ve en partes del mundo como el Sudeste Asiático, América del Sur, el Caribe e incluso en algunas partes del sur de los Estados Unidos», explica la Dra. Rizza.
Las personas pueden contraer dengue más de una vez. El principal transmisor del dengue es el mosquito Aedes aegypti, conocido por picar tanto de día como de noche. Aproximadamente 1 de cada 4 personas infectadas con el virus experimentan síntomas que van de leves a graves.
«Las personas a menudo notan fiebres, dolores corporales, óseos y musculares. A menudo, incluso describen un dolor detrás de los ojos», dice la Dra. Rizza. «Pueden presentar algunas náuseas, vómitos e incluso diarrea.»
Aunque la mayoría de las personas se recupera en aproximadamente una semana, los casos graves pueden provocar emergencias potencialmente mortales.
Los síntomas de la fiebre del dengue grave pueden incluir:
- Dolor de estómago severo.
- Vómitos persistentes.
- Sangrado de encías o nariz.
- Sangre en la orina, en las heces o en el vómito.
- Hemorragias debajo de la piel, que pueden parecer hematomas.
- Dificultad para respirar o respiración acelerada.
- Fatiga.
- Irritabilidad o inquietud.
Desafortunadamente, no hay tratamiento para el dengue. «No existe un antiviral o tratamiento para el dengue», dice la Dra. Rizza. «Es lo que llamamos de terapia de apoyo. Es importante mantener una buena hidratación, especialmente porque estas personas están enfermas y tienen fiebre. Pueden usar acetaminofén para tratar la fiebre, reducir la temperatura y luego asegurarse de que ingieran líquido y aún puedan comer algo.»
«Si se enferman gravemente y se deshidratan, deben ir al hospital y pueden necesitar hospitalización para recibir atención». La gente con dengue grave puede necesitar líquidos y electrolitos por vía intravenosa, control de la presión arterial y transfusión para reemplazar la sangre perdida.
La prevención de las picaduras de mosquitos es vital para prevenir el dengue, afirma la doctora:
- Use repelentes con DEET, picaridina o aceite de eucalipto de limón para prevenir las picaduras de mosquitos.
- Elimine el agua estancada donde los mosquitos puedan poner huevos.
- Elimine los elementos que acumulan agua, como jarrones y platillos de macetas.
- Asegúrese de que las pantallas de las ventanas estén intactas y que las puertas estén cerradas para mantener alejados a los mosquitos.
- Use ropa protectora, como pantalones y camisas de manga larga.
Fuente. Mayo Clinic