Tener sobrepeso afecta salud cardíaca de más formas que las que podría imaginar. Un nuevo artículo de revisión de la Revista del Colegio Americano de Cardiología de Mayo Clinic describe cómo la obesidad afecta las pruebas comunes que se usan para diagnosticar la enfermedad cardíaca e impacta en los tratamientos. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los Estados Unidos y a nivel mundial; sin embargo, es mayormente evitable.
«El exceso de grasa actúa como una clase de filtro y puede sesgar las lecturas de las pruebas de forma tal que genera un subdiagnóstico o un sobrediagnóstico», afirma el autor principal Dr. Francisco Lopez-Jimenez, director de cardiología preventiva en Mayo Clinic. «La obesidad afecta prácticamente todas las pruebas diagnósticas que se usan en cardiología, tales como electrocardiogramas, tomografías computarizadas, imágenes por resonancia magnética y ecocardiogramas».
Las intervenciones procedimentales como la colocación de estents en la pierna o la cirugía cardíaca pueden ser más difíciles de realizar en pacientes con obesidad significativa y pueden conllevar más complicaciones, como un mayor riesgo de infección en la zona de la herida.
Es posible que los tratamientos farmacológicos comunes para la enfermedad cardiovascular deban aumentarse o reducirse en pacientes con obesidad. Algunos medicamentos, como los betabloqueantes, pueden afectar la capacidad que tiene un paciente para bajar de peso, y el Dr. Lopez-Jimenez destaca la importancia de probar enfoques alternativos con el fin de evitar que estos pacientes aumenten de peso o para ayudarles a bajar de peso.
Las recomendaciones para bajar de peso pueden ser difíciles de seguir porque a los pacientes con enfermedades cardíacas les cuesta más moverse y tienen síntomas como la falta de aire al ejercitar. Estos síntomas con frecuencia desmotivan a los pacientes para hacer actividad física, pero el Dr. Lopez-Jimenez menciona que el ejercicio es importante, no solo para bajar de peso, sino para la salud cardíaca.
«La obesidad es un factor de riesgo importante para abordar en pacientes con enfermedad cardíaca, y nosotros debemos hacer algo», afirma el Dr. Lopez-Jimenez. «El paciente necesita saber que su médico puede ayudarle a bajar de peso. De forma general, las soluciones para la pérdida de peso se reducen a encontrar el tratamiento adecuado para el paciente».
Los programas estándar para la pérdida de peso involucran a un fisioterapeuta, a un dietista y, a veces, a un psicólogo. Si esto no es suficiente, el Dr. Lopez-Jimenez sostiene que hay otros recursos como la cirugía bariátrica y medicamentos, que son eficaces a la hora de ayudar a los pacientes a bajar de peso. Mayo Clinic inició recientemente un programa multidisciplinario de cardiometabolismo para abordar la obesidad, reducir las afecciones relacionadas con esta y ayudar a los pacientes a mejorar su calidad de vida.
Es importante definir con precisión el nivel de obesidad de una persona. El índice de masa corporal (una medida de la grasa corporal que considera la estatura y el peso) se ha usado por mucho tiempo para definir la gravedad de la obesidad. Pero las personas con cantidad significativa de músculo tienen un índice de masa corporal alto. Las personas con poca masa muscular y más grasa en el área de la cintura podrían registrar un índice de masa corporal bajo pero tener obesidad con peso normal. Las mediciones tales como el índice cintura-cadera y la circunferencia de la cintura proporcionan una evaluación mucho más precisa del riesgo cardiovascular.
«En general, los pacientes con enfermedad cardíaca y un nivel de obesidad particularmente avanzado se beneficiarían modificando el estilo de vida. Y si eso no funciona, o si ya lo han intentado en el pasado, es razonable considerar la cirugía bariátrica o los medicamentos», explica el Dr. Lopez-Jimenez.
Fuente. Mayo Clinic