Los labios secos o cortados son una de las consecuencias más directas que sufre nuestra piel cuando hace mucho frío o en épocas donde las temperaturas son demasiado altas o hay mucho viento. Esto puede desencadenar en costras e irritación, incluso en otras heridas en labios y comisuras.
Eso lo notamos porque hay una rápida ausencia de agua, a lo que tampoco ayuda el aire acondicionado en casas u oficinas. ¿Qué podemos hacer? Para atajar este problema, es importante una buena dieta rica en micronutrientes y vitaminas y el uso adecuado de cosméticos que específicamente, estén formulados para el área de los labios. Un buen bálsamo hidratante con protección solar y usado a diario en combinación con altas dosis de agua, son la solución perfecta.
Hay que beber mucha agua para hidratar los labios. Lo ideal son unos ocho o diez vasos al día. Además, también se recomienda el uso de un humidificador en casa y la exfoliación de los labios para eliminar la piel levantada, al menos una vez por semana.
Lo que no debemos hacer
Uno de los errores más comunes es el de humedecerlos con saliva. Lo único que conseguirás será agravar la deshidratación de tus labios, ya que al secarse la saliva estos quedarán más expuestos a resecarse.
Otras acciones que no debemos realizar si tenemos los labios excesivamente secos y cortados es comer o beber al poco tiempo de aplicar el bálsamo o protector labial, evitar que se mezcle con la pasta de dientes cuando vayamos a cepillarnos o intentar retirar los pellejos con nuestros dedos, lo que podría infectar la zona o causar más irritación, no permitiendo que se curen.
Fuente: Consalud.es