Los dolores abdominales son una preocupación común que afecta a personas de todas las edades. Si bien algunos dolores abdominales pueden ser leves y pasajeros, otros pueden ser un signo de afecciones médicas más serias que requieren atención inmediata.
Es importante recordar que en el área del abdomen se encuentran varios órganos esenciales, como el estómago, el hígado, el páncreas, el intestino delgado y grueso, entre otros; por lo que no siempre se puede indicar específicamente que ocasiona el dolor sin previa revisión, ya que un error común es confundir el dolor abdominal con malestar estomacal.
“Las causas pueden ser diversas, sobre todo dependiendo del órgano de origen, puede ser dolor por causa estomacal, una úlcera, una gastritis severa, puede ser también por piedras en la vesícula o una inflamación de los intestinos que conocemos como colitis lo que podría generar un dolor abdominal”, explicó la Dra. Carolina Gutiérrez, Gastroenteróloga de la Clínica Equilibrium.
El dolor abdominal nunca es normal
Todos los dolores abdominales son diferentes, a pesar de su similitud y el área en el cual se presentan, por eso es importante que, si experimenta un dolor abdominal persistente o severo, no lo ignore y consulte a un especialista.
“Muchas veces los dolores abdominales no solo son dolor, pueden venir con otros síntomas que también tenemos que poner atención, por ejemplo, tener eructos, náuseas o incluso vómitos con sangre. También el dolor abdominal muchas veces puede ser desencadenado por lo que hemos comido entonces es importante que pongamos atención y lo recordemos cuando nuestro médico nos atienda”, agregó la Dra. Gutiérrez.
Aunque existe medicación y tratamientos para el dolor abdominal, también hay maneras de prevenirlo, algunas de ellas pueden ser:
•Tener reposo: Reducir su actividad física y evitar movimientos bruscos que puedan agravar el malestar.
•Hidratación: El dolor abdominal a menudo puede estar relacionado con problemas gastrointestinales, y la hidratación adecuada ayuda a mantener un equilibrio en el tracto digestivo y prevenir la deshidratación.
•Tener una dieta suave y blanda (sin condimentos ni grasas): Optar por alimentos suaves y de fácil digestión. Evitar los alimentos picantes, grasos o muy condimentados, ya que pueden irritar el tracto gastrointestinal y empeorar el dolor abdominal.
•Suspender el consumo de licor y medicamentos antiinflamatorios: El alcohol y los medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, pueden agravar el dolor abdominal y causar irritación en el estómago. Se recomienda evitar el consumo de alcohol y consultar a un profesional de la salud antes de tomar cualquier medicamento, especialmente si no ha recibido una recomendación médica específica.
La salud abdominal es un aspecto crucial del bienestar general, y el dolor abdominal nunca debe ser considerado normal. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en la salud y calidad de vida de cada individuo.
Fuente. Equilibrium