Cuba. Bisturí en mano el doctor Hiram Rodríguez Blanco, especialista de segundo grado de Cirugía General, se ha adentrado en las técnicas mínimamente invasivas, una de sus pasiones profesionales que lo convierten más bien en un “todoterreno” en el Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCMA)en la Habana, donde apuesta por varios proyectos vinculados a la ciencia moderna.
Pacientes cubanos y de otras latitudes dan fe de su desempeño en el quirófano, ya sea ante complejidades de la región torácica, la hernia inguinal, la hiperhidrosis, operaciones éstas que hoy son las más cotidianas en su haber, aunque también afronta otras de envergadura.
Porque el doctor Hiram es de los que se implican a fondo en el proceso quirúrgico. Cree mucho en la comunicación con el paciente antes y después para crear la sinergia necesaria en estos casos. Considera que por más que el médico haga en el salón, la conducta del paciente puede aportar a favor o en contra de los resultados. Y en ese afán se califica como muy exigente, un rasgo que con un tanto de sicología logra convencer, explicar y hasta hacer cambiar hábitos a favor de la calidad de vida.
Está a punto de la pre defensa de su tesis del doctorado basada en sus experiencias en la simpaticotomía videotoracoscópìca en hiperhidrosis palmar, un proyecto que desde el 2003 realiza este centro en la atención a pacientes que padecen de sudoraciones no solo de las manos, sino de las plantas de los pies, las axilas y cara. “Por esta vía eliminamos la sudoración excesiva, un trauma que tiene gran incidencia en la vida social de quienes lo padecen. Es una operación sencilla, de unos 10 minutos y consiste en seccionar el nervio simpático”, aclara.
Ver el cambio inmediato cuando regresan a consulta y le extienden la mano que antes no le dio por pena es muy reconfortante para este cirujano que realiza además otras cirugías de tórax mucho más complejas como las de enfisema pulmonar, de cáncer de esófago, de hernias diafragmáticas y las de mediastino que demuestran la utilidad de la videotoracoscopía en el diagnóstico y tratamiento de los tumores que asientan en el mismo.
O la cirugía de recepciones pulmonares mayores, un logro de la ciencia de avanzada que ubica a este hospital entre las referencias del país y entre sus bondades le causa menos dolor al paciente, más rápida recuperación y reinserción a la vida social con menos riesgo de complicaciones, además de las ventajas económicas que reporta a largo plazo. “El alta hospitalaria oscila entre tres y cuatro días -aclara- y además se produce una menor afectación del sistema inmunológico que permite enfrentar en mejores condiciones, en los casos que fuera necesario, las terapias adyuvantes”, añade este excelente maestro de la conversación, quien no descuida ni un tantico su ética y profesionalidad.
Tiene también protagonismo en el proyecto del CNCMA relacionado con la cirugía herniaria, fundamentalmente las ínguinofemorales por vía laparoscópica, al cual le atribuye entre otros valores el acceso para intervenir y colocar la malla sin destruir el canal inguinal, que es lo común en los procederes convencionales. Muestra un video con el equipamiento de acceso y sus funciones, mientras recalca que así el índice de reaparición de la hernia es muy bajo.
Como la ciencia avanza a un ritmo acelerado el estudio es un imperativo para este cirujano que adora estar al tanto de las novedades quirúrgicas, sobre todo aquellas más ventajosas como la vía de acceso uniportal, un adelanto que permite con una única incisión realizar el proceder mínimamente invasivo, el cual nos explica que comenzó con cinco puertos, luego se redujo a tres hasta llegar a uno gracias a la innovación de un inminente científico español, nos aclara mostrando las imágenes en su móvil .
Anécdotas hay muchas de las tantas intervenciones que ha realizado en este centro que respeta y admira por el prestigio que ha ganado en el mundo. “No por casualidad recibimos cada año a pacientes de diferentes latitudes que dejan palabras de agradecimiento por la calidad humana y del servicio recibidos. La unidad y el trabajo en equipo son nuestras fortalezas y ellos lo captan desde los primeros contactos por el sitio web, a través de Servicios Médicos de Salud o simplemente por el efecto multiplicador de alguien que vino y nos recomienda”, enfatiza.
Hoy es profesor auxiliar quien un día de alumno en el mismo centro empezó a enamorarse de estas técnicas. Fue pionero en aplicarlas en el Hospital Nacional donde laboraba desde estudiante de medicina a los 19 años, y al que considera una de las mejores escuelas de cirugía en Cuba. También recibió entrenamiento en el Shangai Pulmonary Hospital, en China, en Chile, pero su mayor academia es ese día a día en el salón, en la consulta, en la sala, en el diálogo médico paciente que tanto defiende.
Entonces rememora sus 37 años de ejercicio de la medicina: “Es una carrera de sacrificios y distancias. A los viajes ya mencionados se unen las colaboraciones en África y Nicaragua. Sin el apoyo de la familia no hubiera llegado hasta aquí. Mi esposa es ese sostén tan imprescindible, la que entiende, se ocupa y hasta me inspira a seguir. Le debo tanto…. Y mis hijos se criaron en este ambiente, imagina dos de ellos apuestan por este camino de muchos aciertos, pero también de dolores cuando no sucede lo esperado y se sufre junto al paciente y los familiares y hay que poner un extra lo mismo un fin de semana que un fin de año para palpar y volver a palpar y buscar alternativas”. Esa, la familia toda, es para mí la mejor aula que enfrento como educador.”
Hay en su mirada fuerza, en su rostro satisfacción y en su apariencia la de un doctor de cuello y corbata, humilde y sencillo, con mucha sabiduría y entrega a esa profesión que asegura categóricamente volvería a estudiar si hoy tuviera 19 años. “sería cirujano, y optaría por el mínimo acceso, no tenga dudas”.
Fuente: Periódico Digital Centroamericano y del Caribe.
Un excelente cirujano, me salvó la vida ❤