Cardi B no enfrentará cargos por lanzar un micrófono al público en su último concierto. La cantante Cardi B se ha visto envuelta en una fuerte polémica a raíz de lo ocurrido en su último concierto en Las Vegas. Como quedó reflejado en los numerosos vídeos que, del incidente, han ido aparecido en las redes sociales a lo largo de la semana, la intérprete lanzó con todas sus fuerzas su micrófono a una persona del público que, previamente, le había vertido agua en medio de su actuación. Buena parte de los internautas, y ciertos medios musicales, justificaron la reacción protagonizada por la estrella del rap, ya que parecía responder a una agresión previa. Sin embargo, muchos no se percataron en su momento de que el objeto arrojadizo no hirió realmente a la responsable del ataque hídrico: lo cierto es que rebotó y fue a parar directamente al rostro de otra admiradora que no tenía nada que ver con el asunto. La víctima denunció los hechos a la policía, que inició una investigación para esclarecer si la artista podía ser autora de un delito de agresión leve y otro en grado de tentativa. Finalmente, las autoridades han concluido que lo sucedido no es más que el resultado de un desafortunado error de cálculo, del que no hay que lamentar daños de consideración. El caso ni siquiera ha sido referido a la fiscalía del distrito y ya está cerrado. Por otro lado, las tornas están cambiando y en la esfera virtual no paran de sucederse ahora las críticas contra la diva. Varios usuarios de Twitter han compartido otros clips del concierto, previos a la supuesta agresión, que retratan a Cardi B animando a sus fans a lanzarle agua. La rapera les confesó que necesitaba «refrescarse» ante el envite de las altas temperaturas, aunque les advirtió que el líquido elemento no podía tocar su rostro o su pelo. La chica a la que iba dirigido el ‘microfonazo’ la mojó precisamente donde no debía. Como desenlace de este episodio, hay que decir que el micrófono se subastará en eBay para recaudar fondos que irán íntegramente destinados a organizaciones sin ánimo de lucro. La iniciativa parte de Scott Fisher, el dueño de la empresa que proporcionó el equipo y material de sonido para la celebración del concierto, que tuvo lugar el pasado fin de semana en el Drai’s Beach Club de Las Vegas.