En situaciones de riesgo, estos pacientes deben extremar las medidas de prevención y cuidados, y no dejar de asistir a sus tratamientos de hemodiálisis.
La hemodiálisis es un tratamiento crucial en la vida de las personas que padecen de enfermedad renal crónica (ERC). Cuando un paciente no puede someterse a sus sesiones de hemodiálisis en el momento programado, surgen complicaciones graves que ponen en peligro su salud y no tomar medidas urgentes, puede ocasionar consecuencias fatales inclusive.
¿Qué sucede al paciente que no recibe tratamiento de hemodiálisis?
La hemodiálisis tiene como objetivo la eliminación de toxinas y productos de desecho del cuerpo. Los riñones dañados ya no pueden realizar esta función, por lo que se recomienda que reciba este tratamiento al menos tres veces por semana. Si el paciente omite o falta a sus sesiones, pueden surgir las siguientes complicaciones:
•Acumulación de toxinas: sin el tratamiento adecuado, las sustancias tóxicas se acumulan y pueden causar síntomas como fatiga, náuseas, vómitos y confusión.
•Retención de líquidos: la hemodiálisis ayuda a controlar los niveles de líquidos en el cuerpo. Si un paciente no recibe sus sesiones, la retención de líquidos podrá provocar hinchazón, presión arterial alta y problemas cardíacos.
•Desequilibrio electrolítico: niveles de electrolitos, como el potasio y el sodio, se regulan mediante la hemodiálisis. La falta de tratamiento puede llevar a desequilibrios electrolíticos peligrosos, como arritmias cardíacas.
•Malestar y debilidad: los pacientes que no siguen su régimen de hemodiálisis regularmente pueden sentirse cada vez más débiles y enfermos, lo que afecta negativamente su calidad de vida.
En ocasiones, un paciente renal puede enfrentar situaciones de fuerza mayor que impidan la realización de su tratamiento de hemodiálisis. En estos casos, es crucial tomar medidas para mitigar los riesgos para la salud. Nipro Guatemala, al cuidado de la salud renal de los guatemaltecos brinda algunas acciones que el paciente debe considerar en estos casos:
1.Comunicación con el Centro de Diálisis: en caso de bloqueos de carreteras u otras situaciones de emergencia, es vital comunicarse con el centro de diálisis asignado para que puedan brindarle procedimientos de emergencia y orientación sobre cómo proceder o reprogramar la sesión lo más pronto posible. En estos casos, es importante contar con un plan de emergencia en su lugar, incluyendo una mochila con suministros, contactos de emergencia y documentación médica.
2.Mantener el contacto con el equipo médico: la comunicación constante con el equipo médico, que incluye nefrólogos, técnicos y enfermeras especializadas en diálisis, es esencial. Así estos podrán conocer el estado del paciente y tomar medidas bajo parámetros claros.
3.Cuidar de la dieta y estilo de vida en general: seguir al pie de la letra la dieta recomendada mientras no sea posible realizar la sesión de hemodiálisis y tomar en consideración lo siguiente:
•Control de líquidos: es importante restringir la ingesta de líquidos durante este tiempo. Esto ayudará a prevenir la acumulación de líquidos en el cuerpo. Limite su ingesta de agua, bebidas y alimentos con alto contenido de agua, como sopas y frutas jugosas. Mojar los labios del paciente con un algodón húmedo, esto ayudará a mitigar la sensación de sed.
•Control de sodio: el paciente debe evitar consumir alimentos procesados, enlatados y comidas rápidas que a menudo contienen cantidades elevadas de sodio. Éste debe optar por alimentos preparados en casa para tener un mejor control del uso de sal.
•Control de potasio: los riñones con daño crónico no pueden procesar alimentos ricos en potasio, como plátanos, naranjas, papas y tomates, así como los lácteos. El paciente no debe consumir ninguno de los anteriores.
Las personas con insuficiencia renal crónica que requieren hemodiálisis deben ser tratadas con especial consideración ante situaciones de crisis y su movilización debe ser accesible en todo momento. En situaciones de emergencia, tanto los pacientes como los familiares deben reforzar los cuidados en casa y la alimentación para evitar cualquier complicación, así como mantener activa la comunicación con el equipo médico para enfrentar estas situaciones y mantener una buena calidad de vida.
Fuente. NIPRO