Lucir una piel radiante y saludable es el deseo de todos. Pero en ocasiones la apariencia se ve afectada por trastornos cutáneos que requieren atención médica y tratamiento inmediato.
Uno de ellos es la dermatitis atópica o eczema, un tipo de alteración, caracterizado principalmente por el enrojecimiento e inflamación en la piel, también presenta prurito o picazón que provoca la necesidad o el deseo de rascarse, lo que lleva a la formación de costras y produce resequedad y descamación.
Según el Dr. Rafael Quezada, especialista en estética y cuidados de la piel, puede ser causado por la aplicación de una sustancia en la piel, y dentro de estas se incluyen sustancias químicas, medicamentos, remedios caseros, níquel, cobalto, cosméticos, ácidos orgánicos, productos industriales, entre otros.
Otro de los factores desencadenantes más frecuentes son las reacciones de tipo alérgico, ya sea por inhalación, ingestión o contacto directo de la piel con alérgenos. De igual forma, los cambios de humedad y temperatura o el estrés también pueden inducir su aparición.
“El eczema es una de las enfermedades de la piel más frecuentes, afecta a todas las razas, es común en lactantes y niños menores de 10 años, también en adultos con antecedentes de asma, rinitis y sinusitis, de igual manera en aquellos que tienen una amplia exposición al sol sin la protección necesaria”, explica el especialista.
Además, Quezada detalla que las complicaciones más comunes son la de tipo infeccioso por romper la barrera que protege la piel y predispone a la entrada de microorganismos que provocan infecciones locales (impétigo) o regionales (celulitis, abscesos) y en pacientes con bajas defensas produce hasta cuadros de sepsis (infección).
Sin embargo, es posible prevenir dichas alteraciones en la piel, en primer lugar evitando el contacto directo con sustancias que irritan la piel, o alimentos a los cuales se es sensible. Además, de la protección y la manipulación cuidadosa de materiales y sustancias industriales (tapabocas, guantes y lentes protectores).
El tratamiento incluye fármacos para aliviar los síntomas y las molestias, además de un cambio en el estilo de vida que contribuya al cuidado de la piel.
Los cinco tipos de eczema más comunes
- DEL PAÑAL. Es común en los bebés a los que no se cambia frecuentemente el pañal, al mantenerse durante mucho tiempo una situación de humedad y calor.
- ATÓPICA. Es la forma más común y suele tener la alergia por inhalación o ingestión de alérgenos. Con frecuencia puede complicarse y ser de larga duración.
- DE CONTACTO. Producida al entrar la piel en contacto directo con determinados materiales o sustancias (metales, savia de las plantas, látex, etc.).
- SEBORREICA. Se localiza generalmente en el cuero cabelludo y la cara, suele darse en personas con antecedentes familiares, piel grasa, obesos, etc.
- NEURODERMATITIS. Se inicia con picazón en la piel que induce la necesidad de rascarse y es esta acción la que acaba por generar el eczema. El estrés es en este caso uno de los factores de riesgo más destacables.
Fuente: Dr. Rafael Quezada Galdámez, Especialista en estética y cuidados de la piel
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