A partir del 4 de marzo cesa el tráfico aéreo desde, hacia, dentro o a través del territorio aéreo de los Estados Unidos para todas las aeronaves rusas.
Esto incluye vehículos que sean propiedad o estén registrados, certificados, operados, fletados, arrendados o controladas por personas con ciudadanía rusa o para su beneficio.
La medida ha entrado en vigor esta madrugada como respuesta la invasión de Rusia a Ucrania, siguiendo el patrón de medidas similares impuestas anteriormente por la Unión Europea y Canadá.
Las restricciones afectan a los vuelos de pasajeros y de carga, así como a vuelos chárter. La Administración Federal de Aviación del Departamento de Transporte estadounidense (FAA) determinó que la medida aplica para «todas las compañías aéreas comerciales rusas y otras aeronaves civiles rusas».
Estas medidas también implican que los pilotos y demás tripulación de cualquiera de las aeronaves rusas pueden ser detenidos y entrevistados por personal policíaco o de seguridad, ya que se consideran revocados todos los permisos para operar previamente obtenidos ante la FAA.
Las únicas excepciones serán las aeronaves involucradas en misiones humanitarias u operaciones autorizadas específicamente por la FAA y aviones estatales con autorización diplomática del Departamento de Estado estadounidense.
Gobiernos de otros países y parlamentarios estadounidenses han cuestionado en privado por qué Estados Unidos tardó más que otros países en prohibir el tránsito de aeronaves rusas, tras la invasión iniciada la semana pasada.
Esto significa que aerolíneas rusas aún pueden volar a lugares como Cancún en México o Punta Cana en la República Dominicana, explica Ian Petchenik del servicio de seguimiento de vuelos globales FlightRadar24. «Pero la ruta para llegar allí se ha vuelto significativamente más larga para las aerolíneas rusas», ya que tendrán que volar a través del espacio aéreo internacional sobre el Atlántico.
El domingo, un vuelo de Aeroflot de Miami a Moscú violó las restricciones de Canadá sobre vuelos rusos. Las autoridades canadienses de control de tráfico aéreo dijeron a Reuters que Aeroflot había declarado el vuelo como una misión «humanitaria». Canadá avisó que tomará medidas para evitar nuevas violaciones en el futuro.
Mientras tanto, aerolíneas estadounidenses como United Airlines y American Airlines siguen evaluando la forma de continuar sus operaciones a través de vías que no utilicen el espacio aéreo ruso para continuar la operación de rutas a India, Corea del Sur y otros destinos. Por su parte, Delta ha suspendido sus acuerdos de código compartido con Aeroflot.
Fuente: Aviación 21.
