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Hepatitis Víricas a la mira de la Salud Cubana

Cuba acierta con los resultados de un programa nacional contra este problema de salud mundial. La vacuna para enfrentarlo es su principal logro.

Los virus de la hepatitis se hallan hoy entre los problemas de salud más extendidos en el mundo. Sus vías de transmisión están asociadas al vínculo interpersonal, la higiene y otros factores  cotidianos,  que centran  la atención de especialistas y científicos del planeta desde hace años. Cuba cuenta con una estrategia para enfrentar ese flagelo,  causante de afecciones hepáticas de gran impacto en la  población.

Para conocer más sobre dicha patología nuestro espacio dedicado a la ciencia conversa con el doctor en Ciencias  Enrique Arús Soler, y el doctor  Enrique Galbán García, dos grandes  conocedores del tema en la isla. La pasión por la medicina en sus largas trayectorias como galenos e investigadores, además del don de excelentes interlocutores, revelaron cuánta  sabiduría y pasión hay en ellos cuando de uno de sus temas más estudiados se trata.  Profesores titulares y consultantes  en el Instituto de Gastroenterología de Cuba  valoran con aciertos y mucha seguridad cuánto se ha hecho y lo que falta en tan nobles empeños.

¿Desde que en 1986 Cuba instituyó el Programa Nacional para la Prevención y Control de la Hepatitis, qué repercusión ha tenido hasta la fecha en la incidencia de este virus en la población

“Primero, se ha logrado la reducción de la infección  nosocomial i( asociada a un hospital u otra  institución de salud) y la eliminación de la transmisión perinatal y ocupacional de la hepatitis B.   La aplicación del programa de vacunación contra esta enfermedad ha hecho posible la eliminación de infecciones agudas en los menores de 15 años y la reducción en  más de un 95%  de la incidencia en la población general, previa a este programa”.

 Como un efecto dominó, explican nuestros entrevistados, que “como consecuencia del control de la hepatitis B, indirectamente se consigue el control de la hepatitis D”.

“También se ha logrado evitar la transmisión a través de sangre y hemoderivados mediante el tamizaje  realizado en toda la red de los bancos de sangre, esencial en  el caso de la hepatitis C. Y una reducción considerable de la incidencia de la hepatitis A,  así como de brotes epidémicos por este agente como resultado de la aplicación de medidas higiénico sanitarias especialmente  logrando mayor cobertura del servicio de agua con mejor calidad. No obstante, -aclaran- persisten condiciones ambientales que pudieran influir negativamente en la incidencia de esta hepatitis al igual que de la E.

Atendiendo al Programa Nacional de Control de las Hepatitis todas ellas tienen su seguimiento clínico-epidemiológico, en especial,  en nuestra institución las que evolucionan a la cronicidad.

¿El Instituto  de Gastroenterología (IGE), con qué medios tecnológicos y humanos cuenta para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad y en la formación de especialistas nacionales y extranjeros?

La institución cuenta con un personal altamente calificado para el manejo de este grupo de enfermedades y está responsabilizada con la formación y la actualización de especialistas del resto de la red nacional de salud. Adicionalmente en nuestra institución se forman  extranjeros en la especialidad y se ofertan cursos periódicos y maestrías

Para el diagnóstico cuenta con los estudios bioquímicos y hematológicos de laboratorio que permiten conocer el estado de la función hepática y el daño a este órgano. Se cuenta también con las técnicas serológicas para identificar los virus  de la hepatitis en sus diferentes estadios. Adicionalmente se dispone de un laboratorio de Biología Molecular capaz de detectar y cuantificar el genoma de los diferentes virus de la hepatitis (PCR en tiempo real).

La institución dispone de modernas técnicas de imagen (ecografía y elastografía hepática) que nos permiten conocer los daños morfológicos de este órgano.

¿Por qué es tan inminente y necesario detener el avance de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado un azote de la humanidad, o sea a qué puede conllevar la no detección y tratamiento a tiempo de la hepatitis?

“Se trata de un grupo de enfermedades que a nivel mundial tienen una gran magnitud (más de 300 millones de infectados crónicamente por los virus B y C y más de mil millones de infecciones agudas por los virus A y E) . Exsiste una gran trascendencia por la elevada mortalidad asociadas a las complicaciones de estas enfermedades, entre las cuales se cuenta la cirrosis hepática y el cáncer de hígado. De ahí el llamado de la OMS a intensificar las acciones”.

¿La vacuna de la Hepatitis B, considerada uno de los principales logros de la ciencia cubana, está al nivel de efectividad y eficacia comparado con la de otras similares en el mundo?. ¿Ha tenido  demanda? 

“La vacuna cubana recombinante contra la hepatitis B tiene una eficacia y efectividad similar a la de las vacuna homólogas internacionales, superiores al 90%-95%, en dependencia de las poblaciones que se use..  Cuba fue el primer país de América Latina y el Caribe en certificarla, luego que en 1986 surgieran las dos primeras creadas en laboratorios de Estados Unidos”.  

Se trata de una obra colectiva del Centro de Ingeniería Genética y Biotectnologia (CIGB), encabezados por el doctor en Ciencias Luis Herrera Martínez, quien ha afirmado en numerosas entrevistas  que ha tenido una amplia repercusión internacional por el nivel de efectividad en cada nación aplicada.

¿Cuál es el principio de vacunación que se aplica en nuestro país y hasta qué edad se cubre el total de la población cubana prevenida contra este virus?

“En Cuba, la vacuna contra la hepatitis B forma parte del Programa Nacional de Inmunizaciones. Primero a recién nacidos, seguidas de estrategias de vacunación masivas a escolares y personas de riesgo, y ya se alcanzó la cobertura total de toda la población menor de 40 años .Su uso ha sido determinante en el control de la transmisión de la enfermedad”.

 ¿Sigue siendo muy costoso el tratamiento contra las hepatitis vírales, a pesar de los llamados hechos por diferentes organizaciones internacionales de que sean más asequibles los precios instituidos por las grandes transnacionales que los fabrican?

“Sí. Los tratamientos antivirales para las hepatitis continúan siendo muy caros. Por ejemplo un tratamiento para hepatitis crónica C está alrededor de 1200 USD (precio diferenciado para países de medianos y bajos ingresos).Aunque sigue  muy caro para estos países, hasta hace algunos años el costo de  un tratamiento oscilaba alrededor de los 84 000 USD”.  

¿Qué papel tiene el refuerzo de las políticas públicas de sanidad en  las acciones internacionales  para frenar las cadenas de contagio de las hepatitis?

“En años recientes la OMS propuso la posibilidad de la eliminación de las hepatitis virales como problema de Salud Pública  para instar a los países a cumplir ciertas condiciones, tales como  un mejor conocimiento de la incidencia y prevalencia de estas infecciones, mejoras en el tratamiento ambiental, altas coberturas de vacunación contra la hepatitis B,  disponibilidad de recursos para diagnóstico y seguimiento y tratamiento antiviral de las infecciones crónicas. Estos aspectos están contenidos todos en el Programa Nacional de Control de la Hepatitis que desarrolla Cuba, por lo que es una realidad que nuestro país pueda cumplir lo señalado por la OMS, que para el año 2030 se erradicará la hepatitis como un problema de salud.

¿Hacia qué campos se dirigen las investigaciones en Cuba vinculadas a estos temas?

Hoy las principales investigaciones en Cuba, y específicamente en nuestro centro, están dirigidas hacia obtener mayores tasas de curación de la hepatitis C y control de la hepatitis B mediante el uso de nuevos antivirales, reducir la mortalidad por cirrosis hepática y lograr el diagnóstico precoz y tratamiento curativo del cáncer primario del hígado.

¿Cuáles son las proyecciones del sistema de salud cubano con vistas al 2030, en respuesta al llamado de la OMS de poner fin a esta epidemia mundial?

“Continuar desarrollando métodos de diagnóstico más sensibles y específicos, mantener coberturas de vacunación contra la hepatitis B del 99% o mayores. alcanzar  altas coberturas de tratamiento con antivirales en pacientes con infecciones crónicas por  virus B y C, así como llegar al  2030 con una reducción del 90% de las nuevas infecciones por los virus B y C y del 65 % de las muertes ocasionados por ellos.

Para la disminución de la incidencia de las hepatitis A y E se deberá continuar trabajando en la  mejora de las condiciones del saneamiento ambiental, calidad del agua de consumo y controles sanitarios de los alimentos”.

¿Los servicios que ofrece Cuba frente a las hepatitis víricas están al alcance de pacientes de otras naciones? ¿Cuáles son las vías de acceso?

“En efecto. Esto se logra mediante los paquetes de diagnóstico y tratamiento incluidos en el Programa de Atención Médica Internacional   disponible además en varias unidades del Sistema Nacional de Salud. Nuestra institución es líder en estos servicios”.

Fuente: Periódico Digital Centroamericano y del Caribe

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