Cómo evitar las alteraciones en el rostro provocadas por la mascarilla

Tenemos claro que el uso de las mascarillas está indicado para evitar la propagación de virus como el reciente COVID-19 pero dicho artículo de prevención puede causar daños en nuestra piel como irritaciones, inflamaciones y hasta acné.

Además del material del que están hechas y del contacto directo que tienen con la piel, se le suma el aumento de temperatura y la humedad de la zona de la boca que favorecen a la aparición y crecimiento de bacterias.

El mecanismo principal es la fricción constante entre la mascarilla y la piel.

Entre las consecuencias que ha traído el uso de mascarillas es el aumento de enfermedades como: rosácea, dermatitis atópica, dermatitis de contacto y acné.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para evitarlas? ¡Las recomendaciones a poner en práctica son sencillas pero realmente eficaces!

  • Cambia tu mascarilla diariamente.
  • Utiliza la mascarilla correcta; ajustada al rostro, no apretada, no de tela sintética como nylon o poliéster sino, de material suave.
  • Ten en cuenta que si eliges una demasiado grande podría causar irritación con el movimiento que tienes a diario.
  • Toma descansos de 15 minutos cada cuatro horas pero asegúrate de hacerlo en lugares seguros como el automóvil o espacios abiertos sin personas cerca.
  • Limpia e hidrata tu piel diariamente en casa: utiliza jabones libres de fragancia. Lava tu rostro y luego coloca hidratantes acordes a tu tipo de piel que contengan ceramidas, niacinamida, glicerina y ácido hialurónico (lee los componentes de los productos que compres).
  • No olvides proteger tus labios. Aplica exclusivamente en ellos un producto a base de gel de petróleo inmediatamente después de lavar la cara, antes del uso de la mascarilla y antes de dormir.
  • Evita utilizar maquillaje o correrás el riesgo que tus poros se obstruyan, ocasionando la aparición de granos. Si es necesario su uso, opta por productos libres de aceite.
  • No es el momento de experimentar con productos nuevos que puedan irritar tu piel y agravarse con el uso de mascarillas.
  • Si utilizas mascarillas de tela, recuerda lavarlas después de cada uso para que elimines restos de aceites y células muertas de piel que se alojan dentro de ellas. Hazlo con jabón libre de fragancias e hipoalergénicos y con agua caliente. Además, revisa que la mascarilla continúe con su forma original ya que si notas que no está ajustada y no la sientes cómoda perderás su potencial de protección.

Fuente: Dra. Francisca Flores de Galán, Dermatóloga Internista 2564-0928

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