Cuba. Alcanzar una mayor integración entre los actores que prestan servicios y gestionan procesos en la estrategia cubana de turismo de salud y bienestar constituye hoy uno de los principales desafíos para su completa implementación.
Según explicó recientemente la Jefa de Ventas y Operaciones de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, S.A. (CSMC, S. A.), Iliana Reyes, la estrategia diseña los esfuerzos encaminados a promover dos actividades: el turismo médico y el de bienestar.
En el caso de la primera, amplió, abarca los viajes planificados a otra ciudad o país, cuyo motivo primordial es la contribución a la salud física, mental o espiritual a partir de actividades médicas, preventivas o curativas.
Mientras, el turismo de bienestar incluye actividades preventivas, proactivas y de mejora del estilo de vida como gimnasia, alimentación saludable, relajación y cuidado personal.
La estrategia diseñada a partir de alianzas entre la Comercializadora de Servicios Médicos y el Ministerio de Turismo “destaca la necesidad de implementar un modelo de gestión y comercial hacia la promoción y venta de estos servicios en origen -ventas internacionales- para ampliar el segmento de turismo que visita la Isla”, explicó Reyes.
Durante un encuentro en la Cámara de Comercio de Cuba, comentó que para contribuir a ese proceso, se desarrolló el Catálogo de Bienestar, con seis capítulos y más de 26 programas, que muestran diferentes experiencias para los clientes según las necesidades individuales, acotó.
Además, se creó la metodología para confeccionar un Programa de Bienestar con formato de venta que contempla niveles de flujo de servicios del turismo de salud, acorde a la cadena de valor de la salud integral de la persona.
“En un primer nivel se encuentra el bienestar, le sigue la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación. El nivel de los servicios determina donde se pueden realizar, quién es el prestatario y como se comercializan”, enumeró.
De este modo, los dos primeros niveles del flujo contemplan actividades que se pueden desarrollar en instalaciones hoteleras, aunque es necesario generar sitios específicos donde realizarlas y para ello pensar en alternativas como la inversión extranjera.
Mientras, las acciones de los otros tres deben ofrecerse en clínicas especializadas, hospitales y centros internacionales de salud, y necesitan personal especializado proveniente del Ministerio de Salud Pública y de Biocubafarma, señaló.
Reyes insistió en que, para lograr un turismo de salud y bienestar sostenible y competitivo, se requieren certificaciones y acreditaciones internacionales, por lo que se deben diseñar procedimientos y capacitaciones específicas para garantizar estos requisitos.
Al respecto, el director de Desarrollo del Ministerio de Turismo, Alexander Sierra, destacó el rol del desarrollo local para garantizar la implementación de la estrategia.
«Como país debe desarrollarse una integralidad turística, para que el visitante reciba un producto bien concebido, que a la vez repercuta en el desarrollo municipal y provincial», remarcó.
Fuente: Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A./CubaPLUS Magazine
